Maldito paréntesis. El desparrame perico no merecía esta pausa. Rubi, este alquimista, fusionó ante el Villarreal lo mejor de todos los tiempos pericos: la meticulosidad de Bielsa (ya lo dije en la pretemporada), la intención de Pochettino (la pelota como socia), el rugido de Camacho (ahí queda ese rush final contra los groguets), la falta de complejos de Clemente y Valverde (darderismo desatado) y hasta el arte de los Cinco Delfines (ozú, qué primera media hora). Falta rematarlo fuera de casa, pero este Espanyol empieza a ser referencia para cualquier futbolero. Promesa de pasárselo bien.
El Espanyol mantiene el equilibrio en la ola buena y esa inercia positiva lo puede empujar a cotas altas. La pizarra cristaliza luego sobre el césped y la variedad de registros acaba rindiendo a los rivales. Incluso en las derrotas ha esbozado jerarquía. Y esa creciente personalidad le hace capaz de puntuar en cualquier escenario. Es un equipo desacomplejado y donde empiezas a enumerar los futbolistas que lo hacen bien y, en la lista, salen todos. Un signo de fortaleza y una garantía de que todo va más allá del momento. ¿Hasta dónde puede perdurar y qué puede lograrse? Debatamos.
Rubi ha conseguido una activación perfecta de todo el grupo. Sin fichajes, el éxito pasaba por obtener lo mejor de los más veteranos (Javi, Víctor, Granero, Piatti y Sergio), resucitar a los aburridos o marginados por Quique (Dídac, Hermoso, Roca, Darder y Hernán) y hacer despegar a los más jóvenes. Ahí, solo Melendo brilla en su papel de desatascador (asistencia a Hermoso ante el Eibar y a Darder ante el Villarreal). Pero es que el enorme nivel competitivo ha puesto pausa a la irrupción de Pipa, Pedrosa, Álex López y Puado. Sin embargo, están ahí y su aportación con el paso de las jornadas puede ser decisiva para mantener la ilusión.
Luego, claro está, aparece el caso de Borja. Puestos a ser utópicos, un estallido suyo como el que tuvo en Zaragoza sería la guinda a los que se atreven o bromean a trazar paralelismos con el Leicester. “Borja puede ser el Jamie Vardy del Espanyol”, llegué a tuitear tras una borrachera de juego. Pero las diferencias son notorias: a) los milagros pasan una vez en la vida; b) Rubi es mucho más sofisticado que Ranieri; y c) si este equipo demuestra ir en serio, lo desmantelan en Navidad. Así que calma y que llegue la mejor ratio del Panda, pasito a pasito. Dejemos que este grupo escriba su propia historia sin agobios y sin exigencias adicionales, porque de serie ya vienen al límite. Toca disfrutar, incluso diga lo que diga el marcador.