Domingo Catoira está en el punto de mira. Pero no es el único. Ante el Villarreal CF gran parte de la afición pidió la dimisión de la directiva y la marcha de Chen Yansheng. El Espanyol, que aún no ha curado las heridas del descenso, vuelve a vivir una importante crisis a todos los niveles, pero, sobre todo, deportiva. Con el club en una buena situación económica, el salto deportivo no se ha producido y la realidad es que la plantilla ha empeorado respecto a la de la temporada pasada. Nadie ha entendido la revolución que se ha llevado a cabo este verano y el perico está preocupado porque no ve a nadie en los mandos.
Reconducir la actual situación deportiva pasa por potenciar la plantilla con varias caras nuevas. No vale uno o dos fichajes. Se necesitan más porque sino el fantasma del descenso puede hacerse grande. Y entre el espanyolismo hay opiniones para todos los gustos. Unos piden un portero. Otros un central. Lateral. Extremos. Todos tienen razón. Habría que mejorar todas las líneas. Pero para mí el refuerzo prioritario, el más urgente, no debe estar en el césped, sino en la dirección deportiva. No confío nada en quien debe reforzar el equipo. El Espanyol necesita un director deportivo de nivel. Respetado en el mundo del fútbol. Con contactos y puertas a las que picar. Con un amplio conocimiento del mercado y de los representantes futbolísticos. Y que sepa construir un proyecto deportivo de presente y futuro. Si el sustituto no tarda, tendrá tendrá tiempo para buscar refuerzos. Si no, recemos. Acertar puede ser una de las últimas balas de Chen. Y del Espanyol. Porque amigos pericos, con este plantel lo pasaremos mal. Pero, ¿quién debería proponer los candidatos? La respuesta también me da miedo.
La planificación ha sido impropia de un equipo histórico como el Espanyol. Creo que tenemos la peor plantilla de Primera. No el peor once, pero si el grupo más flojo. Solo se han ocupado 21 de las 25 fichas posibles, algo que suele ser habitual cuando se tira de cantera. De momento, no es el caso, ya que su presencia, con la excepción de Rubén Sánchez, está siendo testimonial. Pero hay más. Entre estas fichas hay tres porteros, tres jugadores que no están contando para el técnico como Pol Lozano, Lazo y Dani Gómez, un lesionado que aún no ha jugado como Pedrosa y un descarte, Aleix Vidal, que ha sido recuperado ante la falta de jugadores. Con este panorama estamos hablando de solo 15 jugadores que tienen la confianza del técnico. Competir así en Primera es imposible. Y esto, con la complicidad del presidente que no ha querido invertir, tiene un responsable que es Domingo Catoira. En un verano con muchas oportunidades de mercado no ha estado a la altura. Pocos fichajes han mejorado a los que se han ido y se le han escapado jugadores interesantes. Y el socio merece una explicación.
El próximo mes de enero se cumplirá siete años de la llegada del empresario chino al Espanyol. Un tiempo en la que no ha encontrado la estabilidad. Su primer objetivo al llegar fue solucionar la situación económica y, tras tenerla controlada, tenía la intención de dar un paso en el aspecto deportivo. Pero ha fracasado estrepitosamente. En menos de siete años ya han pasado cinco directores deportivos por la entidad –Ángel Gómez, Lardín, Perarnau, Rufete y Catoira– ocho entrenadores, sin contar la interinidad de Luis Blanco, –Quique Sánchez Flores, David Gallego, Rubi, Machín, Abelardo, Rufete, Vicente Moreno y ahora Diego Martínez– y cuatro directores generales –Ramón Robert, Roger Guasch, José María Durán y Mao Ye Wu– Muchos cambios. Al igual que muchas mentiras. El perico se siente engañado. Y preocupado ante la situación que estamos viviendo. Todo es muy triste. Si en algún momento les ha importado el Espanyol, dimitan y usted presidente, venda.