Esta temporada arrancó en un mar de escepticismo. Tras el buen rush final de la anterior que nos dejó a las puertas de Europa, y agarrados a las promesas que llegaban desde el Consejo, muchos esperaban un gran desembolso económico en forma de fichajes y refuerzos. A pesar de que siempre se habló de ‘cinco o seis incorporaciones’, algo que se ha cumplido, la desazón llegó al comprobar cómo la aparente mala planificación deportiva, sobre todo en lo que a la retaguardia se refiere, nos hacía volver a empezar la temporada con claras carencias. Pero al final se ha demostrado que sí hay un proyecto; un plan maestro que responde a la idea del director deportivo: formar un buen equipo en el que prevalezca el ADN perico, la idea de Perarnau.
En los primeros compases de la temporada tuve que reclamar paciencia en más de una ocasión y reafirmar mi fe en que este equipo seguía teniendo opciones de pelear por los puestos de arriba. Me complace, porque abona mi teoría, que alguien que sabe mucho más de fútbol que yo, como es Moisés Hurtado, sostenga que solo ve cinco equipos claramente superiores al juego que ahora despliega nuestro Espanyol. Un juego que, con la incorporación de Darder, la guinda que necesitaba este equipo, no solo es robusto sino que en algunas fases es brillante.
Si hoy, como todos esperamos, se gana al Levante nos habremos ganado un billete para la felicidad. Será la confirmación de las predicciones más optimistas. Y podremos decir sin más prevención que este Espanyol, en lo deportivo, funciona.
En lo social seguimos renqueando y a pesar de que el club ha subido en abonados, el dato no es más que una victoria pírrica mientras no se plasme en la grada.
Pero en lo que sin duda hemos mejorado es en el aspecto económico. Aunque es algo que ya no nos concierne porque la mayoría ha dejado de ser accionista y el club se ha convertido definitivamente en una ‘empresa de fútbol’, su viabilidad económica será el verdadero trampolín para el lanzamiento deportivo. Aunque muchos de los proyectos para rentabilizar el estadio van más lentos de los esperado y aún no se ha encontrado una empresa que le ponga nombre a Corneprat, el aumento de los derechos televisivos ha sido una gran inyección que se puede aprovechar al haberse cortado la sangría de deudas que paralizaba al club. En la misma línea hoy publicamos una noticia muy importante: el próximo mes de diciembre estaremos al día con Hacienda. Ya no saldremos en los puestos de cabeza de la vergonzante lista de los clubes más morosos con la hacienda pública. El plan estratégico de Chen Yansheng va quemando etapas ‘despacito’ pero sin pausa y el objetivo de llegar al 2020 si deuda ya no es una quimera. En este punto no me queda otra cosa que coincidir con Quique en que en este club se ha impuesto la cordura.
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