El funeral del 26 de noviembre de 2020 no fue en Buenos Aires. Ni sirvió para despedir al más grande. Por lo menos en clave perica. Se vivió en el Estadio Municipal de Butarque en uno de los peores partidos de la historia del Espanyol. Por el resultado, por la imagen ofrecida y por la categoría en la que nos toca jugar esta temporada.
El equipo ha tocado fondo. No puede permitirse otro partido como el perpetrado anoche en el sur de Madrid. En el minuto 47 ya había perdido el partido. Con dos goles en contra y un jugador menos. Indignante en Primera, inadmisible en Segunda. O en la Liga Smartbank, si prefieren utilizar la publicidad bancaria a modo de eufemismo.
Borja Bastón nos quitó precisamente el objeto que indica su apellido y resbalamos. Nos caímos. Y lo peor es que ya no volvimos a levantarnos. Se confirma un problema alarmante: la fragilidad mental. Lo reconoció el lunes el ‘Lele’ Cabrera en La Grada TV. Uno de los problemas (que no el único) parece detectado, pero sigue sin solución.
Lo que debía ser un Tourmalet (tres partidos duros en ocho días) se está convirtiendo en una pájara de dimensiones descomunales. Vicente Moreno, alabado hasta hace poco, empieza a ser cuestionado. Un punto de nueve posibles. Expulsado no solo de liderato de la categoría de plata. También de los dos puestos que otorgan el acceso directo.
Ayer no se dio esa frase de Javi López, que me encanta. “Un perico nunca se rinde”. El equipo bajó los brazos con el 2-0. Y por cierto. La banda derecha, con los dos fichajes Miguelón y Óscar Gil, fue anoche un coladero. No tendría toda la culpa el citado excapitán la temporada anterior. Poca gente sabe lo que sufrió el de Osuna para poder estar en buenas condiciones físicas: tener que dormir solo en la cama, y en una determinada postura, para no lesionarse es solo un ejemplo. Desde estas líneas deseamos los mejores éxitos a Javi López (en el top ten histórico de partidos como perico jugados en Primera) en su aventura en las antípodas.
A perro flaco, todo son pulgas
El resbalón de Miguelón, ante Arnáiz, que provoca su propia expulsión es una muestra clara de cómo le salen las cosas al Espanyol. Unos pocos minutos antes el incombustible Embarba había estrellado un balón en el larguero de esos que muchas veces se meten para dentro.
Por si fuera poco, Calero recibió un balonazo en la cabeza en la última jugada del primer tiempo y al principio de la reanudación erró en el 2-0. Se marchó poco después algo conmocionado.
Todo nos sale mal. Incluso las decisiones arbitrales. Ante el Girona, el ‘casi penalty’ de Cabrera a Bueno fue señalado y, anoche, la expulsión (por segunda amarilla) totalmente involuntaria de Miguelón.
Arnáiz, a lo Maradona
Ante la pasividad perica, el delantero local José Arnáiz parecía la reencarnación del malogrado Maradona en sus mejores tiempos ante una defensa frágil. Sobre todo en el 2-0 que dejaba el choque sentenciado.
Hasta el Pelusa (el de verdad) hizo mejor papel en La Venganza de Don Mendo que el Espanyol, coralmente, en Butarque. Fue su vinculación más directa con el Espanyol, al margen de sus dos partidos en Sarrià frente e Italia y Brasil en el inolvidable Mundial ‘82. Diego Armando Maradona participó junto a la plantilla perica en una obra de teatro benéfica por iniciativa de Fernando Molinos en este clásico de Pedro Muñoz Seca. El astro argentino tuvo un breve papel como Ali Fafez que hizo las delicias de los afortunados espectadores. Algo que en los tiempos actuales sería inviable, con lo bonito que es vincular fútbol, solidaridad y cultura.
Gloria als herois
Canito y Juan Segura Palomares merecían un mejor homenaje, cuando anteayer se cumplieron 20 y 2 años, respectivamente, de sus decesos. Echo de menos ese amor a la camiseta, la que demostró el elegante líbero incluso defendiendo los colores del eterno rival. Canito dejó patente que talento y pasión no están reñidos. Y por ello nuestra grada de animación lleva su nombre.
Otra reflexión que duele. Aunque bajaron los dos, el Leganés fue mejor que el Espanyol la temporada pasada. Y, a tenor del partido de anoche, lo sigue siendo. Pese a la enorme diferencia de presupuesto a favor de los pericos.
Trasmiten pena, dejadez, conformismo. Físicamente todos los equipos han sido más fuertes, corren y luchan más. No hay ilusión. Empieza a ser una copia del mal sueño del año pasado.
Molt bon article Xavi, totalment d'acord, es un equip sense nord, ens semblem massa a la temporada passada que ni 4 entrenadors van trobar la formula…
Más que funeral, que no estamos muertos sólo de parranda, parece la gota malaya, cada partido es una agonia. Toda la semana esperando el partido para quedarte incrédulo frentre al televisor.