El fútbol es muy complicado a nivel empresarial, ya que nadie te puede garantizar el éxito de ninguna inversión. Lo vemos diariamente con equipos multimillonarios, de esos que cuando fichan, lo hacen con jugadores consagrados y que acumulan muchísimos éxitos y experiencia en sus espaldas.
El riesgo de que un fichaje te salga mal siempre existe y eso no va ligado en ningún caso con el precio que pagas por el jugador, sino que hay múltiples factores y variables que pueden frustrar todas las expectativas.
El Espanyol afronta la inversión más grande de su historia con la incorporación de Raúl de Tomás, jugador del que ya sabemos que es bueno y con la suficiente experiencia y conocimiento sobre LaLiga. Aunque, probablemente, esto es exactamente lo mismo que pensaban los aficionados del Betis cuando su club afrontaba el fichaje de Borja Iglesias por 28 millones. A día de hoy, el Panda todavía está muy lejos del nivel esperado y que nos ofreció a nosotros la temporada pasada.
No obstante, con la contratación de Raúl de Tomás, el Espanyol da un golpe de efecto importantísimo al estado anímico de su masa social. Por primera vez vemos que el Espanyol hace un desembolso digno de los equipos con modelos de club a los que nos queremos acercar a corto plazo, además de constatar que Chen está preocupado por salvar al club del descenso y que aún cree en el proyecto.
Si a De Tomás le acompañan los goles y dos o tres fichajes más, la segunda vuelta promete cosas interesantes.