La adaptación a un nuevo ecosistema nunca es fácil. En el fútbol, al igual que en la vida, los cambios estructurales afectan en todos los aspectos posibles para el desarrollo del individuo. El ‘Monito’ Vargas ha tenido que afrontar una realidad dura y distinta en este último año: nueva ciudad, nuevo fútbol, nuevo equipo, nuevos compañeros, nueva vida. Y lo ha tenido que hacer en las peores circunstancias posibles. El argentino fue la gran apuesta del mercado veraniego del Espanyol, pero las cosas no siempre salen como uno desea. Fue un inicio esperanzador, con goles en la previa de la Europa League, alguno de ellos de muy bella factura. Con David Gallego fue importante; con Pablo Machín, un entrenador sin extremos en su esquema, no. Y llegó la lesión. Fue ese tiempo fuera del terreno de juego el que le ha lastrado durante toda la temporada. Su regreso, con Abelardo ya en el banquillo, fue fulgurante: asistencia a Wu Lei para empatar al Barça en un RCDE Stadium abarrotado y enloquecido. Ese partido, el primero de 2020, salió desde el banquillo. Esa fue la constante en este extraño año: nunca más volvió a ser titular en liga. Una situación que comprenden pocos, pues el potencial que tiene el joven argentino es de los más altos de la plantilla. Para agravar la situación: Vargas fue uno de los jugadores del Espanyol que se contagiaron de la COVID-19. La montaña rusa de emociones del ‘Monito’ en la temporada 2019/20 empezaba a ir más cuesta abajo. Confinado en un país que no es el tuyo, en soledad y, además, con un virus dentro del cuerpo que está copando las noticias y matando a gente de todo el mundo.
En las reuniones que los responsables de fútbol del Espanyol tuvieron con el ‘Monito’ Vargas hablaron con el argentino sobre un club y unas determinadas situaciones (minutos de juego, importancia dentro del equipo, estabilidad del proyecto…) que nunca se cumplieron. Entendible, por lo tanto, su enfado. Pasadas las vacaciones, el ‘Monito’ ha vuelto enchufadísimo. Según ha podido saber quien les escribe, el futbolista argentino quiere jugar y quiere hacerlo en el Espanyol. Es un jugador que encaja perfectamente en lo que pretende Vicente Moreno. Al ‘Monito’ le gusta el nuevo entrenador, y al nuevo entrenador le gusta el ‘Monito’. Desde el propio club se han filtrado informaciones sobre su salida aludiendo a su ficha. Sería un punto incontrolable para el técnico.
Ha sido un año flojo (cinco goles, tres asistencias; ninguna anotación en LaLiga), pero tampoco ha sido una temporada fácil para él. Es un jugador con un futuro increíble, que ha rechazado ofertas de equipos que disputan competición europea con regularidad (Roma) o sueldos más altos (Boca Juniors, Valencia, equipos mexicanos, estadounidenses, ucranianos…) para jugar en este club. La afición del Espanyol tiene pocas certezas actualmente sobre sus jugadores, pero sin temor a equivocarse pueden tener por seguro que el ‘Monito’ Vargas es uno de los suyos.