Este domingo vuelve LaLiga al RCDE Stadium después del aburrido parón por selecciones que hemos tenido que volver a sufrir los aficionados al fútbol. Lo hace ante el actual campeón de Liga, el Atlético de Madrid, que llega con caras nuevas entre ellas la de un extramotivado Griezmann. El Espanyol vuelve a jugar después de las dudas y las malas sensaciones que nos dejó el último partido ante el Mallorca donde salimos derrotados de una manera justa.
Espero que no se vuelvan a repetir los errores y la falta de intensidad que vivimos en Mallorca, y que salgan a relucir las virtudes y buenas maneras que este equipo tiene, y que durante las dos primeras jornadas demostró ante el orgullo de todos nosotros.
También será una buena ocasión para poder ver una mejor versión de los nuevos fichajes, que después de unas semanas de entrenamiento y preparación ya llegarán mucho mas acoplados al equipo. Tengo mucha confianza en las nuevas incorporaciones, pero especialmente tengo debilidad e ilusión en la figura de Manu Morlanes. Creo que le puede dar mucho a este equipo. Tiene mucho futuro. Los informes que me han hecho llegar desde Villarreal son excelentes.
Estas semanas vengo exigiendo en mis intervenciones, que espero una versión del equipo de Vicente Moreno mucho más valiente y arriesgada y queriendo controlar el juego desde el principio. Quiero valentía, quiero dominar y quiero ir hacia adelante. Además, este año con los nuevos fichajes sumado a los jugadores que ya teníamos, poseemos un centro del campo de mucha calidad que no podemos desperdiciar. No me gusta este juego más defensivo o recluido que en muchas ocasiones ha demostrado este equipo, quiero que el Espanyol intente llevar la iniciativa, y más contra un rival que tiene muchas virtudes, pero especialmente destaca por su compromiso, garra y faceta defensiva de una manera generosa entre todos sus jugadores, pero al cual la iniciativa de llevar el control del partido le suele costar más.
Y lo más importante para creer en la victoria o en el buen papel del equipo este domingo, es esa carta que tenemos los pericos y que históricamente nos ha perseguido. Esa virtud/defecto de los partidos ante rivales inferiores o que llegan en una situación complicada a enfrentarse ante nosotros y que nos ganan con facilidad y los resucitamos. El equipo ‘aspirina’ que muchas veces hemos sido.
En cambio, ante rivales fuertes, que llegan con una vitola de favoritos o en un mejor momento y ante los cuales nos persigue una rivalidad histórica más importante, el Espanyol saca su garra, compromiso y sus mejores versiones, y en la mayoría de los casos buenos resultados.
Confiemos en que el partido del domingo sea una prueba más de esta legendaria trayectoria, y el equipo además de un gran resultado nos deje a todos una buena sensación. Ganar es importante, ante un rival grande aún más; pero ante nuestra afición, no tiene precio.