La semana pasada escuchaba una tertulia deportiva post-jornada donde se hacía énfasis en que todos los proyectos consolidados, donde el entrenador había tenido continuidad, estaban obteniendo buenos resultados. Desgraciadamente, nuestro Espanyol era la nota discordante. Las sensaciones de Sevilla nada tuvieron que ver con el estreno de Cornellà. Equipo con dudas, sobrepasado por un gran Leganés, que solo fue dominado cuando quiso serlo. No me daba sensación de relajación, ni de exceso de confianza, sino –puede que haya jugadores aun poco acoplados- la de no tener las cosas claras y es algo que ya parecía solucionado.
No obstante, el partido nos dejó una noticia positiva: el retorno de Sergio García. Su ausencia en Sevilla me hacía presagiar que había llegado mucho peor de lo que esperaba, pero en el primer balón tocado en su debut dejó evidencia de todo lo contrario. Todo lo hizo bien. No solo es un revulsivo de calidad que sabe siempre lo que ha de hacer –con y sin balón-, sino que también es un revulsivo de cara a la grada y al contagio de energía que redundará en el equipo. Es como cuando el Cid Campeador ganaba batallas una vez muerto, pero éste estando muy vivo todavía. Quizás no esté para un partido completo, pero tener esta baza para media hora es un valor añadido muy grande para la plantilla.
Es una derrota que escuece por el calendario que se nos viene encima, porque un mal inicio cuesta remontar, porque este era el partido que tenías que ganar sí o sí y porque nos ganaron muy justamente. La sensación fue muy mala y la falta de previsión en la convocatoria ante la lesión de J. López, pues no digamos. Un entrenador siempre debe tener prevista cualquier lesión y poner al jugador más flojo tácticamente en una posición que requiere de tanta coordinación era, quizás, subestimar demasiado al rival. No era, a priori, la mejor solución. QSF sabrá rectificar pero esta temporada tendrá menos margen de maniobra y menos tiempo para el despegue.
Muchos pensarán que sin esta derrota no se habría movido el mercado ni hubiera vuelto Darder al club. Actitud positiva. Sin embargo, ¿qué pasará ahora con Granero? Un fichaje que venía a cubrir supuestos problemas de organización. Y lo más preocupante: ¿Marc Roca? ¿Puede un jugador con tanta proyección ver cortada sus alas? La planificación sigue generando dudas por la improvisación, pero se va a mejorar la plantilla respecto a la temporada pasada. Habrá que ver hasta dónde nos alcanzan estas mejoras.