El derbi ha dejado una profunda herida entre la afición espanyolista. Pero no ha sido por culpa de lo abultado del resultado, ni siquiera por la enésima demostración del desequilibrio entre ambas escuadras. En esta ocasión las profundas secuelas nos las hemos producido nosotros dándonos un tiro al pie. Como si se tratara del juego de La Oca, Quique Sánchez Flores ha dado un monumental salto atrás para colocarse otra vez en la casilla de salida de la estima de muchos pericos. Nuestro entrenador, que había logrado meterse en el bolsillo a la afición -algo que se podía comprobar fácilmente por la paciencia que ha tenido la grada con el arranque del equipo-, se olvidó completamente de a quién representa al saltar al campo y departir amablemente con los jugadores culés, para rematar la faena en sala de prensa con las correspondientes loas al juego del rival. Él, que sabe lo que es un derbi madrileño, ¿se imagina, por ejemplo, a Simeone saltando al campo tras perder en el Bernabéu para abrazarse y echarse unas risas con los jugadores merengues? ¿A que no? El Cholo habría sido, como mínimo, dilapidado por los suyos. Pues eso y no otra cosa fue lo que ocurrió.
No es cuestión de ’fair play’ ni nada parecido. Nadie le obligará a que se lleve mal con nadie porque vista de blanquiazul, pero sí le pediremos que respete la historia de un club centenario que cada día se levanta oteando el horizonte para ver por dónde le caerán las hostias. Claro que después de la venta del club puedo entender que el técnico madrileño tenga muy claro que al único al que debe rendir cuentas es a Mr. Chen, que para colmo está a 10.000 quilómetros.
Espero y deseo que Quique, como mínimo, se disculpe ante los suyos, que se han tenido que tragar el último sapo, y evite que el tema vaya a mayores y ensucie lo que parecía el principio de una gran amistad.
En cuanto al Consejo, solo puedo pedirle contundencia a la hora de defender el orgullo de esta afición y que lo demuestre con hechos. Por lo pronto, yo declararía ‘non grato’ al vicepresidente Jordi Mestre que no se conformó con reírse del derrotado sino que se meó, literalmente, en la herida al agradecer al árbitro que actuará contra los agresivos pericos de forma preventiva.
Aunque seamos una empresa de fútbol y en el Consejo los pericos se puedan contar con los dedos de una mano (y sobran dedos) merecemos sentirnos orgullosos de los que nos representan.
Lamentable lo de Quique,pero como puedes esperar otra cosa si es un mercenario como muchos otros…..
Ma ha dolido muchisimo lo de quique, han pasado 3 dias desde el derbi i todavia llevo un bajon importante. Me siento traicionado, el dia que vayan mal dadas toda la aficion pedira su cabeza, incluso los que tuvimos paciencia en su momento. Y no me sirve de nada que se disculpe, todavia quedara peor. Del partido en si solo tengo que decir que nos han ganado justamente y ya esta y que hemos jugado en el camp nou como si fueramos el betis o el depor, como si no tuvieramos ninguna rivalidad con ellos, y encima seremos los unicos gilipollas que encajaremos un gol al contraataque en el camp nou en toda la liga.