No resulta sencillo escribir algo positivo sobre el momento que vive el Espanyol. Sin embargo, y sin que tenga ninguna obligación, lo vamos a intentar.
Este segundo párrafo arranca con un mensaje que es casi un dogma en esto que nos une: el fútbol es para los futbolistas. El espanyolismo debe dejarse llevar, y creer con fervor que unirse a Rubi, y a la esencia de la plantilla que va a confeccionar, es el camino correcto para olvidar las otras penas. Rubi es el capitán de la tribu. Así lo entendió Mr. Chen, que quedó encantado de lo que ha fichado. Este entrenador, sin dinero aparente, va a tener que rodearse de los suyos. Ahí está la clave. La esencia. Pertenencia. Vestuario. Familia. Cantera (si es posible). En definitiva… Sarrià. Regresen allí cerrando los ojos. No había opulencia, el entorno también le daba la espalda al club y los buenos, como hoy, se marchaban a otro club por obligaciones varias. ¿Y? Se seguía adelante. Si no era por el carácter de Azkargorta, lo era por los bemoles de Clemente, o por el hacer de Camacho… y de todos los jugadores que tuvieron a su cargo. ¿Por qué carámbanos no va a pasar lo mismo en esta ocasión?
Confiar es lo único que les queda. Òscar Perarnau no es ni ciego ni tonto ni nuevo. Sabe que de su comunión con Rubi para fichar o desfichar está el éxito del proyecto. Porque lo que le rodea ha dejado de tener aspecto futbolístico.
Las decisiones que se toman desde el despacho de Roger Guasch, y sus apariciones públicas, dejan muy a la claras que camina como un ciclón. No se apea. Guasch colecciona críticas. Pero sigue. Quizá estemos ante un plan revolucionario que convierta al Espanyol en un proyecto de éxito de aquí al 2025. Qué paradoja. La salvación está en ‘regresar’ a Sarrià y desde la dirección piensan a casi diez años vista. Es tan peculiar este club que quizá estemos ante el juego malabar más loco y apasionante de la historia. Si es así y lo tienen todo bajo control… lo están disimulando muy bien. Pero como aquí todo el mundo va a lo suyo, menos yo, que voy a lo mío, insisto: Rubi y la esencia. Creamos.