Desde hace unos años el fútbol ya no es solo lo que sucede en el verde ni lo que dicen los futbolistas y su entorno ante los micrófonos. Ahora, también son litigios, demandas -que le pregunten al Barça por Neymar-, amortizaciones y, por encima de todo, topes salariales. Sí, el archiconocido límite salarial vuelve a estar en boga. Reconozco que, pese a los esfuerzos en su día de Ramón Robert para explicárnoslo -y justificar algunas decisiones del club-, todavía no tengo muy claro cómo funciona ni cómo se calcula. Será que se necesita un máster en ESADE para entenderlo. O simplemente que soy de letras. En todo caso, lo concibo como una frontera económica que bajo ningún concepto se debe cruzar, el abismo. Y le tengo verdadero pánico, casi al nivel de padecer un descubierto y que mi banco me saqueé a golpe de comisiones e intereses.
Los datos revelados descubren que somos el equipo más rico de la historia de Segunda y que nuestro límite salarial está por encima del de varios de Primera. Es histórico y merecido, que 26 años consecutivos en la élite son muchos años. Entonces, en teoría somos diez veces mejores que el Girona (45 M vs 4,2 M) -aunque hay algo de trampa en sus cifras-. En teoría lo deberíamos ganar todo y fácil, bailando a los rivales. En teoría subiremos con la gorra. Es lo que me repiten amigos y familiares semana tras semana. Pues vaya, resulta que no vamos tan sobrados como indican las cuentas porque solo hemos arrollado a un par de equipos y hemos sudado sangre para vencer o empatar con el resto. Y ayer, un Girona en cuadro nos volvió a tumbar. Y este fin de semana podemos abandonar el liderato. Como proclama Nacho Vegas en Lole y Bolan: “en teoría funciona incluso el comunismo, en teoría”.
Moraleja: la pasta ayuda, pero, por suerte, no lo es todo en el fútbol. Recordemos que Chen, tras comprar el club, nos prometió Champions en tres temporadas y ahora jugamos contra el Alcorcón y la Ponferradina. Y hace apenas un año, el Girona, favorito al ascenso, era el más rico de la categoría y le sacaba 25 kilos de tope salarial al Fuenla, que ahora está por encima en la tabla. Y eso que tiene el City detrás. Que sirva como aviso para navegantes.
Con modestia, pero hay que subir sea como sea. Si no lo logramos a la primera, nos convertiremos en un equipo vulgar de Segunda, un dinosaurio de la categoría que lucha contra su propio recuerdo y que precisa de un milagro para reverdecer viejos laureles. Y para regresar a nuestro lugar, me da igual que juguemos como si tuviésemos el más bajo de los topes. Supongo que la publicación de los límites salariales, su desproporción y, sobre todo, el despropósito de anoche me han abierto los ojos. Ahora más que nunca, el fin justifica los medios porque la teoría es una cosa y la práctica es otra muy distinta.
Y en la práctica.
Cuando el equipo con mayor presupuesto es, además, el que tiene la mejor plantilla, con diferencia, y teniendo en cuenta que en el fútbol no siempre gana el mejor, se trata de hacer un equipo con todo eso y, será el mejor equipo.
Cuando quien deba entienda que combinar es mejor que conducir, que asegurar es mejor que probar, que juntar líneas es mejor que jugar a 15 metros una de la otra y, sobre todo, que cuando se es mejor no se especula, se domina, como en Málaga. Cuando quien sea lo entienda y lo aplique, será todo más fácil.