Hace unas semanas escribía en estas mismas líneas mi ilusión y motivación por esta temporada y en mi humilde opinión, por el buen mercado de fichajes realizado por la dirección deportiva a lo largo de este verano.
Las sensaciones, pese a los empates de las dos primeras jornadas, era buena. El equipo había competido, luchado y la actitud era muy buena. Llegamos a Mallorca, un partido contra nuestro rival la temporada anterior en Segunda división, capitaneado por un entrenador con una actitud obsesiva en contra del Espanyol y su cuerpo técnico, y con ciertos aires de venganza por haberles superado el año pasado.
Eran tres puntos contra un rival directo y suficientes ingredientes había alrededor de este encuentro, para que el Espanyol saliera con esa actitud y tuviera un partido tan gris.
Llevo comentando a lo largo de estas semanas que los errores del año pasado no se podían volver a repetir. Que si en Segunda división ya nos costaron algún punto y muchos disgustos, en Primera estos errores duelen más y sus consecuencias son peores. Hemos de demostrar que se ha aprendido la lección de hace dos temporadas y que hemos de salir con concentración y ambición desde el primer segundo de partido.
El equipo tiene que ser más valiente, conceder menos atrás e intentar llevar la iniciativa. Tenemos jugadores para ello. La parte ofensiva del equipo no tiene nada que envidiar a nuestros rivales, pero no le estamos sacando el máximo provecho posible.
El míster se empeña en poner a David López de pivote y creo que se equivoca. David, por sus características actuales y por lo que necesita el equipo no tiene que ser el ‘6’ posicional que juegue de inicio. Creo que nuestro capitán aporta mucho más en la posición de central e incluso se siente más cómodo.
Una de las cosas que tengo claras para los próximos partidos es que Morlanes tiene que jugar de titular. Creo que puede dar más calidad y claridad al centro del campo del Espanyol. Espero no arrepentirnos de no haber fichado un lateral izquierdo, y un extremo por esa misma banda.
Que si Embarba o algunos de los de arriba no están al 100%, se tiene que mover el banquillo, que para eso hemos fichado y tenemos gente esperando su oportunidad. Por cierto, el encontronazo de Embarba con su entrenador, más allá del error del jugador, demuestra que los jugadores están implicados y con ganas de jugar y aportar. Me gusta que se enfaden.
Le pido a Vicente Moreno que no insista en las cosas que no funcionan, que no tenga miedo a apostar por jugadores que no están dentro de esos 11 elegidos hasta ahora, que cuente más con el banquillo y que, sobre todo, recuerde que en Primera no se pueden regalar puntos porque ya hemos visto que se puede pagar muy caro.