Las aguas bajan algo revueltas en el Espanyol. Mejor dicho, mucho. Las positivas sensaciones que nos dejó la llegada de Diego Martínez van a menos con el paso de los días. La falta de fichajes y los dos últimos resultados, sobre todo la abultada derrota ante el Brighton, han enrarecido el entorno perico. Y todo se ha complicado más por la extraña situación que están viviendo cinco jugadores de la plantilla, entre ellos Raúl de Tomás, que se ejercitan a parte del grupo y que aún no han disputado ningún minuto en los cinco amistosos. Y solucionar este último asunto, sobre todo, el futuro del Pichichi perico es vital para que las aguas vuelvan a su cauce. El club no se puede permitir alargar una situación que está desgastando a todos.
Tonny Vilhena, Matías Vargas, Aleix Vidal y Landry Dimata se ejercitan, junto a Raúl de Tomás, al margen de sus compañeros. Diego Martínez y el club no cuentan con ellos, pese a que su participación podría ser necesario en estos momentos, ya que la plantilla está muy justa de efectivos ante la falta de refuerzos. La decisión de contar o no puede ser respetable, pero las maneras no están a la altura de un club como el Espanyol. Se está cometiendo una falta de respeto hacia los jugadores al privarles de sus derechos que, por desgracia, no es ocasional en el mundo del fútbol. Y esta situación en el Espanyol se está agravando por la falta de refuerzos. Ya han pasado más de tres semanas desde que el club anunció la llegada de Benjamin Lecomte, de momento el último refuerzo blanquiazul. Más de 20 días en los que muchas de las oportunidades de mercado que había se han ido escapando. Mientras otros conjuntos empiezan a reforzarse con criterio, en el Espanyol todo parece ser incertidumbre.
La palabra preferida de Diego Martínez, “equipo”, puede saltar por los aires cuando apartas a cinco jugadores de la plantilla en lugar de mantenerlos en el grupo mientras se busca una solución. Personalmente considero que esta gestión es nefasta. La palabra grupo puede estar por encima de todo para los responsables deportivos, pero se olvidan de que un grupo está formado por personas. Tenerlos al margen y no mostrarlos en los amistosos solo sirve para que se devalúen sus precios. Y esto no se entiende si tu objetivo es traspasarlos. Siempre he considerado que estas actuaciones son tristes. Lamentables. Y así siempre lo manifesté cuando Mauricio Pochettino hacía ejercitar al margen a Ángel Martínez, Coro y Lola Smiljanic. Tiene que haber un motivo muy grande para privar a un jugador de ejercitarse con sus compañeros.
Esta decisión puede marcar el futuro de Diego Martínez y Domingo Catoira. Han apostado muy fuerte y, de momento, no tiene argumentos para defender su decisión, ya que la falta de refuerzos está generando mucho nerviosismo y una gran falta de confianza en el proyecto. Un club como el Espanyol, que en uno de sus anteriores himnos se mostraba orgulloso de ser ‘campeón del señorío’, no puede permitir que se produzcan situaciones como la actual. Y por el bien de todo, pero sobre todo de la entidad que es lo más importante, este problema se ha de solucionar lo antes posible si no queremos pagarlo muy caro.