El titular del momento estaba cantado, pero más que el título honorífico invernal, lo excitante para el Espanyol parece el potencial. Lo resume a la perfección Melamed, que ríe mientras juega y reparte alegría a la pericada. Lo de Nico es la promesa de un futuro mucho mejor, porque la felicidad de su presente se antoja poca cosa con lo que puede venir. Titular y decide; titular y contagia. Atrevimiento, hambre y ganas de vivir bonito. Lo ha comprendido perfectamente Vicente Moreno y su explosión es la de un Espanyol en modo ascenso: si con sus goles RDT era el nuevo Iotov, el 33 emerge para emular a Lardín: detonación en Segunda para explotar de regreso en la élite.
Atendió el míster a su receta frecuente: contra equipos que quieren jugar, a por ellos. Y lo cierto es que la superioridad del Espanyol fue manifiesta, más allá de las precisiones de Marc Mateu. Se pegó un partidazo Pedrosa, se enchufó todo el personal y la actuación coral fue de equipazo, sólido y con las ideas claras. Quizá, para no abusar, faltaron los goles de RDT, ayer tan crispado por no besar las mallas que pareció más minicristiano que nunca. Ningún problema: que se guarde los goles De Tomás, que tras la Copa, vendrán curvas. Girona, Rayo, Lugo y Mallorca. Un póquer de matchballs tempraneros para el ascenso. Ojalá un Espanyol de plenitud y con pleno.
Todo crece. Sigue Puado con su desparpajo, Bare regresó a su mejor versión y hasta Diego acalló el debate con una intervención divina. Rugidos individuales para una proyección general. Líderes y que lo llore Varón Aceitón. Este Espanyol puede entusiasmar si se hace fuerte y no racanea. Del pragmatismo a la consistencia. Endavant y que no decaiga.
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Muy bonito, pero demasiado triunfalista.
No se puede bajar la guardia ni celebrar por adelantado, que luego se nos queda cara de tontos. \
Saludos!!!