De toda la obra de Tom Hanks, el polifacético actor estadounidense, me quedo con ‘Camino a la perdición’, película escasamente oscarizada y la que nos asemeja en forma de crueldad, el via crucis al que desde varios focos, localizados, nos someten a los aficionados españolistas. Porque cada día qué pasa, uno se vuelve a casa pensando, visto lo que hacen, si entendemos ‘algo’ de fútbol.
Descifrar si necesitamos portero tras el buen hacer de Álvaro, es enrevesado como el ‘Código da Vinci’.
Aunque enderezó la noche, Oscar Gil hizo el regalo del primer gol y encabeza el reparto de ‘Ángeles y demonios’.
En la ‘Terminal’ estaban mirando Sergi y Cabrera como volaba Yangel para aumentar el drama.
Del Cerro debió pensar que si tarjeteaba rápido a nuestro lateral, se le apagaría el furor; pero ‘al soldado Brian’ no hay quien lo intimide.
Se defendió Calero en zona media, a pesar de que el dominio gerundense convirtió esa parte del campo en ‘Inferno’.
A Expósito, le faltó correr lo de ‘Forrest Gump’ y le acabó ganando hasta David López.
Como si fuera el ‘Capitán Philips’, Darder sigue atreviéndose a que nadie le secuestre el balón.
La insistencia de Melamed en banda, es dejarlo como ‘Naufrago’ de donde hace daño de verdad: al borde del área.
Los 45 minutos de la segunda parte no me sirven para un Braithwaite que actúa de ‘peor vecino del mundo’.
Sin los goles de Joselu, ‘Esta casa es una ruina’.
Con la derrota a cuestas, los cambios para no reventar como el ‘Apolo’ y quedarnos en 13 puntos, fueron el aterrizaje y gol de ‘Sully’ Puado, Aleix de buen ‘Voluntario’, Montes para completar la comedia de fichar para hacerlo suplente, Rubén al que con campo a ver si pueden atraparlo y Roger con el atrevimiento de intentar el último chute, porque se quiere hacer ‘Big’.
Duele admitirlo, pero no se mereció mucho más. Hubo fases del juego, de hasta dos minutos de duración, en el que no se rascó ni balón, ni rival. Se agotan las excusas y quizá ya no se sostiene algunas decisiones desde la banda. Direccion deportiva y entrenador, deben actuar ya. De lo contrario no descarten un cese fulminante. Y debido a la distancia, bastará con decirle a quien corresponda, que mire su correo, que ‘Tienes un e-mail’.