Fanfarria y pañuelos para el genio torero. Ahí está RDT, letal ya en el semicírculo central propio, cosido para siempre en la memoria: baja un melón con su interior, el del pie diestro y el del crack que alberga, funde a Maras con un sombrerito instintivo, una milésima de cuerpeo y otra para la vista alzada, mientras bota el balón… Y ahí ya lo sabe: Makaridze está frito. Un toquecito perfilado a su diestra para cargar el tiro y el resto es ya historia del Espanyol, porque a los cuatro segundos de coreografía relampagueante les sucede un trueno de tres y medio, un obús desde la divisoria, desde 53 metros, que lame por bajo el travesaño ante el pasmo mundial. De Tomás, Puskas 2021 ahora mismo, es el líder.
“Mala suerte para todos aquellos con tirria a lo perico”
Jefe RDT para un Espanyol con el liderato repescado y de Navidad plena. Mala suerte para todos aquellos con tirria a lo perico y peor fortuna aún para los competidores directos: elementos del paisaje para un RCDE que al ruido responde de la mejor forma: con triunfos y solvencia. La racha de cinco victorias antes del parón supone el mejor aliento para creer en el ascenso, a pesar de que el Almería ya demostró lo duras que va a poner las cosas. Suerte del poder de De Tomás para decidir, porque la jerarquía de los de Gomes durante un tramo larguísimo fue considerable. Equipazo el andaluz, con los Morlanes, Corpas, Sadiq y compañía, pero castigado por la versión más azzurra de Moreno. El pragmatismo, con rosario de resultados positivos, sirve.
“Acostumbrarse a ser infalible ayuda a crecer”
Celebró el Espanyol con gozo tras una sobremesa de agobio y salió fortalecido de un momento crucial, más aún con el batacazo del Mallorca contra el Fuenla. Acostumbrarse a ser infalible ayuda a crecer y ahí está el buen tino de Pedrosa y el resurgimiento final de Lluís, básico para blindar el tesoro. Ascendente claro también para Melamed, cuya facilidad para el desborde evitó una avalancha de los indalos. El valor de Nico va camino de ser primordial en el once y más en tardes renqueantes de Embarba.
“La expedición blanquiazul no está ni en el ecuador de su odisea, pero se la ve capaz de todo”
Concluye con buen sabor futbolero un 2020 funesto: un consuelo a priori menor, pero reconfortabilísimo en la vida de cualquier perico, visto como le toca ejercer su condición. La expedición blanquiazul no está ni en el ecuador de su odisea, pero se la ve capaz de todo con la convicción adquirida tras un par de descolgamientos. Feliz relax, molt bon Nadal y que RDT siga sonriendo con su chistera de asombros.