¿Qué se pensaban? Y a una servidora incluyo, ¿que todo iba a ser idílico y sencillo? Para lo bueno y para lo malo esto es el Espanyol, un club que, desde 1900, parece que no pueda lograr nada sin sufrir. Fácilmente. Y la no consecución del título ante el Tenerife fue su máxima expresión. Deberes por hacer y todo pendiente de la última jornada en Alcorcón. Todo estupendo… ¡Qué desastre!
Fantaseábamos unos cuantos con campeonar ganando y en casa. Porque haberlo hecho la jornada anterior sin jugar no nos motivaba, no era bonito, comentábamos en la radio. ¡Pues de bruces con la realidad! Ni sin jugar, ni jugando. En Alcorcón y está por ver. Nos las prometíamos muy felices y ya veíamos a David López emulando a Eloy Pérez en su día. Soñábamos con un hat-trick perico –Liga, Pichichi y Zamora– para sanar heridas de este año en el purgatorio. Pero ni una cosa ni la otra, solo el goleador perico demostró querer solventar todos estos frentes abiertos por la vía rápida. Una vez más, todo estaba de cara. Recibimiento digno de una gran ocasión, jugando de locales, con la blanquiazul… ¿Qué podía fallar? Pues de nuevo un equipo al que se le puso la misma cara que el día del Cartagena. ¡Menuda primera parte se marcaron! Lo mejor de esta fue su finalización. Poco más hay que añadir ante eso.
RDT, a lo Julio César
Vine (salí), vi y vencí. Inequívocamente con Raúl de Tomás la vida para el Espanyol es más maravillosa, eso es inequívoco. Salió con prisas y se hizo ver en el primer balón que tocó. Quiere el ariete el título, de liga y el que le acredite como máximo goleador de Segunda división. Quiere el Pichichi, y eso se notó con el golazo que se sacó de la chistera. Sacudió el partido e hizo historia al convertirse en el jugador del Espanyol que más goles ha marcado en una temporada con 23 tantos. Casi nada. No hay dudas de que este chico hace muy bien su trabajo ¿Le ven en la Eurocopa? Lástima que salió tarde y con un poco de él no basta para ganar partidos.
A nadie le gustó el descenso, obvio. Pero hay situaciones que son inexplicables para un equipo que ha pasado por tanto y que el próximo curso se la jugará en Primera. Y este empate ante el Tenerife es una de ellas. Porque en este duelo el que se jugaba algo era el Espanyol. Y no cualquier cosa. Un título, ser primero, un mejor pellizco, prestigio… Tenían montada en el RCDE Stadium una buena fiesta que se quedó en un simulacro, porque el protagonista, lamentablemente, no compareció. Ni confeti, ni música ni nueva celebración. La copa de campeón allí estaba aguardando a ser alzada, a tener un dueño, pero en su maletín seguirá a buen recaudo. La gran pregunta ahora es saber hacia donde viajará ¿Rumbo Alcorcón o Ponferrada? Porque vayan a saber qué sucederá en la última jornada. Sea lo que sea, ayer el Espanyol cometió un error garrafal y le volvió a fallar a su hinchada. No estuvo a la altura y sí deberá estarlo la próxima jornada ante un cuadro alfarero que puede estar jugándose la vida. Y con la ausencia de Darder, por, según el acta arbitral, cagarse en la abuela del colegiado, aunque él posteriormente aclarara sus palabras y negara la mayor, y los tres sub-21. ¡Alegría! Como la que tienen los cuadros arbitrales cuando dirigen al Espanyol. Qué fácil es pitarle y que poco respeto hacia un histórico.
Bipolaridad preocupante
Muy perico también es pasar del todo al nada. Del blanco al negro. De golear, gustarse y firmar un partido de esos para ser recordados, al desastre ante un cuadro chicharrero que con poco le bastó. Hastío y dudas. De nuevo dudas. Porque esto no se trata de pensar que vamos a la Champions cuando se gana bien y de quemarlo todo cuando va mal como es el caso. Se trata de cerciorarse de que este equipo es capaz de lo mejor y de lo peor. Desconcierta y, por ello, siembra dudas. Porque eso sí que es humano. Desconectarse y bajar los brazos tras la consecución del ascenso, el objetivo principal, un día pasa, estaban de resaca. Pero de nuevo, eso sí que ya no. Ya no es humano, y mucho menos profesional. En este partido no se podía fallar. De ninguna manera. Como de ninguna otra irá este equipo la temporada 2021-22 por Primera de esta guisa. Y disgusta, porque allí, en la isla, ascenso y cumpliendo. Apretando las tuercas y obligando al Espanyol a hacer bien las cosas si no quieren tirar por la borda una oportunidad como esta: ascenso y con honores.
Por favor, no nos fallen en el último momento. Sean el Espanyol que tanto nos gusta, se lo deben y nos lo deben. Terminen a lo grande lo que empezó siendo una pesadilla.