La imagen del Espanyol en el Cívitas Metropolitano nos ha llenado de orgullo a muchos pericos. Este es el Espanyol que todos queremos. Una vez más el equipo se sobrepuso a las adversidades y tiró de casta para sacar un meritorio empate en Madrid. Nos podrá gustar más o menos como juega el equipo, pero lo que todos tenemos claro es que este Espanyol de Diego Martínez siempre compite. Nadie puede quejarse de la actitud y compromiso de estos jugadores que nunca pierden la cara. Ahora todos esperamos que hagan bueno ese importante y merecido empate ganando al Villarreal CF. Con la actitud mostrada ante el Atlético de Madrid es posible. Y esa actitud es la que me gustaría ver al mando de la entidad.
Diego Martinez ha conseguido algo que los pericos llevamos mucho tiempo pidiendo: tener un equipo que se lo deje todo en el campo hasta el último minuto y que nunca tire la toalla. Siempre hemos pedido jugadores que se identifiquen con el club y la afición, y que conecten con la grada. Y la actual plantilla, pese a su mala planificación y poco fondo de armario, lo está haciendo. Casi siempre reacciona de forma positiva ante las muchas adversidades con las que se está encontrando este curso. Tiene mérito lo que están haciendo con una plantilla tan corta y descompensada. Los culpables de tener solo 12 puntos en 13 jornadas no están ni en el césped ni en el banquillo sino más arriba.
Si el equipo se rehízo contra el Atlético de Madrid, tras la injusta expulsión de Leandro Cabrera, sabiendo aguantar una hora con uno menos, la afición también ha de aguantar y mantener la protesta que un grupo de aficionados han convocado en la previa del partido. Que el empate del domingo no nos haga perder de vista la realidad del club. El futuro de la entidad me preocupa. Y por eso, me parece genial la idea de mostrar el descontento contra la gestión del club fuera del campo para no perjudicar a unos jugadores que SÍ están respondiendo. Hay que ir a muerte con ellos. Con los jugadores y la protesta. Hay una química entre grada y vestuario que hacía mucho que no se veía en el Espanyol. Y esto tiene mucho valor.
Otra cosa es la gestión de club. Y allí también hay que dejárselo todo. Como los futbolistas hicieron en el Cívitas Metropolitano. Por eso ante el Villarreal CF nos jugamos mucho tanto en el verde como en los alrededores del RCDE Stadium. Hay que manifestar que no estamos contentos con la gestión de la entidad, y después animar para ayudar al equipo a lograr tres puntos que den algo de tranquilidad para afrontar el parón liguero por el Mundial de Qatar. Cuando el corazón tiene más fuerza que cualquier otra cosa todo es posible. Se pueden cambiar cosas. Conseguir resultados difíciles, como el empate en el Metropolitano. O que el club de un giro para poder disfrutar de un Espanyol mejor en un futuro no muy lejano, como persigue este grupo de pericos que han convocado para este miércoles, a las 19.30h delante de las oficinas del RCDE Stadium, al espanyolismo. Quieren un Espanyol más ambicioso. Más cercano a sus seguidores. Y con gente como Ángel Morales, Moisés Hurtado… en la entidad. Y todo esto es posible.