Esta semana se ha confirmado la cesión de Álvaro Vázquez al Zaragoza. La historia del canterano perico está plagada de desencuentros y fracasos. El año pasado ya tuvo que emigrar a Tarragona en busca de minutos y ahora será el ‘recambio’ de Borja Iglesias en el equipo maño, que lo ha recibido con los brazos abiertos.
Su llegada al Espanyol de la mano de Quique no estuvo exenta de polémica. El alto precio pagado por él al Getafe sorprendió a la parroquia perica. Tanto que corrió el rumor, nunca confirmado, de que se infló la cifra del traspaso para compensar la deuda de Quique con el Getafe, del que salió por piernas en febrero de 2015 provocando una sonada ‘espantá’ que Ángel Torres, presidente del Getafe, nunca le perdonó, exigiéndole 2 millones por incumplimiento de contrato.
Sea como fuere, lo cierto es que tampoco Quique confió demasiado en Álvaro; las pocas oportunidades de las que gozó el de Badalona con el madrileño en el banquillo le tocó jugar en banda, fuera de su ‘habitat natural’, y nunca tuvo la continuidad necesaria para hacerse con un hueco en el equipo. Álvaro se convierte, así, en uno de los fichajes más caros de la era Chen, teniendo en cuenta los pocos minutos que ha disputado.
Tras un arranque prometedor e ilusionante con la llegada del propietario de Rastar Group al Espanyol, el club ha sufrido un frenazo casi en seco y llevamos varios meses buscando las razones de la clara desinversión del propietario asiático. Que si la bajada del valor bursátil de su empresa; que si las restricciones del gobierno chino a las inversiones fuera de China… El último argumento que recorre el ‘món perico’ es que Chen está escarmentado por el despilfarro de la primera temporada, con fichajes millonarios y altas fichas que luego no han tenido correspondencia en el terreno de juego.
Todas las culpas de esa mala gestión económica han recaído sobre Ramon Robert y Jordi Lardín que lo han pagado con sus ceses, pero no hay que olvidar que aquí Chen también actuó como todos los propietarios de equipos de fútbol, poniendo por delante sus caprichos y preferencias antes que los fríos números, ya que fue el primero en caer hipnotizado por el gran ‘mago’ QSF que se lo llevó, literalmente, al huerto.
Entiendo que se aplique rigor a la hora de hacer inversiones, pero este frenazo tan exagerado tiene más que ver con la necesidad de recuperar inversiones por parte del propietario del club. Una cosa es querer optimizar al máximo los recursos y otra muy distinta poner en riesgo el futuro. No creo que sea el caso, de hecho se ha mantenido prácticamente el grueso del equipo de la temporada pasada, pero ni han llegado ni se esperan a los refuerzos necesarios para dar un salto de calidad. Así le costará mucho más recuperar su inversión.
Tanta planificación, tanta estructura y nos tenemos que ver, como cada año en estas fechas, deshojando la margarita por los que se pueden (o tienen que) ir y los que puedan llegar, porque se han quedado sin sitio.