Llegó el primer fichaje. Bernardo Espinosa nos reforzará la defensa desde Girona. Su antigua afición está que trina con el jugador y su club. ¡Cómo si nosotros fuéramos los responsables de su descenso! Aunque está reacción confirma las simpatías o preferencias de esta afición hacia ‘el otro club’ de la ciudad.
Que mala es la memoria cuando no recuerdan que el Espanyol siempre ha tenido más deferencias con los de la capital gironina que sus ‘colegas’. Pero la vida es así. En vez de cogernos como ejemplo de cómo se deben hacer bien las cosas en Primera División, lo que hacen es quererle el mal a Bernardo y a nuestro Espanyol.
No quieras el mal ajeno que aún te pueden ir peor las cosas a ti mismo. Siempre defendí y defenderé al tercer equipo de Catalunya en Primera División, pero con ese veneno difícilmente lo volveremos a ver pronto. Para llegar a ser lo que uno anhela, primero debes saber quién eres y dónde estás. La vida está llena de ejemplos prácticos para mirarlos como si de espejos fuera. Yo sigo defendiendo un Girona en la máxima categoría y me dolió su descenso. Si repartes amor, la vida te irá mejor. Odiar, envidiar, despotricar…te empequeñece y no deja crecer.
A fin de cuentas, llegó el primer fichaje. Un Bernardo que llega sin grandes pretensiones ni ruido por parte de la afición blanquiazul. Me gustan este tipo de fichajes donde no despiertas grandes emociones porqué así es como se debe cimentar nuestro futuro. Con gente trabajadora, de calidad, profesional y algún día llegarán esos refuerzos que nos pondrán la piel de gallina. Mientras tanto, los pericos no debemos olvidar quiénes somos, dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos. ¡La memoria nos hará crecer!
