El nuevo entrenador, Aguirre, consiguió ayer el primer objetivo que se marca este equipo, por la delicada situación en la tabla: no perder. El ‘vasco’ ha intentado construir un equipo para mantener la portería a cero, reforzando la zona defensiva con veteranos y un doble pivote de ‘músculo’ y lo ha logrado.
Primero puntuar
Era imprescindible puntuar contra el Granada y no volver de vacío para no caer en el desánimo, después de cambiar de entrenador. Un entrenador en el que todos tenemos puestas las máximas esperanzas y esperando, si es posible, que llegue algún refuerzo en el mercado de invierno para que el equipo mejore en aquellas posiciones donde el rendimiento de algunos jugadores no ha sido, ni es, el esperado para afrontar los partidos hasta el final de temporada, y ahora es el turno de la dirección deportiva para traer, y sobre todo, acertar en los fichajes o cesiones y ponerlos a disposición del entrenador para no tener que lamentarlo al final de temporada.
Cambio de entrenador
La dicha tan frecuente de “a entrenador nuevo victoria segura” se ha cumplido a medias delante de otro de los equipos con las mismas necesidades y urgencias que el Espanyol, y aunque el juego ha sido nulo, la implicación de todo el grupo ha sido admirable con la solidaridad por bandera: donde no llegaba un jugador siempre había otro echando una mano, independientemente que fuera delantero o medio y así hemos podido ver cómo Wakaso o Simao, cuando las circunstancias lo requerian, jugaban de laterales en apoyo de sus compañeros, sobre todo ayudando a Victor Álvarez que no podía con la velocidad de Torje y con las subidas de Nyom, creando mucho peligro por esa banda izquierda.
Ganar jugando bien
Es lo deseable para todos en general, pero ahora la elección es bien sencilla: lo primero es ganar. La forma con que se consigue ahora mismo no importa si se consigue el objetivo que no es otro que seguir en Primera División la próxima temporada. Aunque yo siga pensando que el equipo que juega bien tiene más posibilidades de ganar que de perder, y hoy hemos visto a un Espanyol de mucha lucha pero de mucho menos toque que en otras ocasiones, y a pesar de todo los primeros 20 minutos han habido errores considerables produciéndose situaciones de peligro producto del nerviosismo general, Javier Aguirre ha hecho algunos cambios significativos con respecto a las últimas alineaciones, como Simao, que no gozaba de minutos con Pochettino y Stuani, dejando a Longo, que era la referencia, en la suplencia. En la zaga intenta recuperar algo más de agresividad y contundencia con Forlín y Colotto, con dos pivotes de trabajo en ayuda de los defensores, Baena y Víctor Sánchez. Estas son algunas de las ideas puestas en práctica por el nuevo entrenador sin que, a priori, haya tenido tiempo de conocer en profundidad a toda la plantilla.