Soy perico y anti culer. No veo al Barça como rival deportivo, sino como un enemigo que quiere pisotear y hacer desaparecer al Espanyol. Siempre ha sido así. Hace años que la prensa nacionalbarcelonista, con el apoyo del poder político y económico catalán, puso en marcha su aparato ideológico desde las escuelas para imponer un pensamiento único deportivo, con el que controlar a la sociedad. La apisonadora culer no cesa, pero los pericos resistimos. Resistimos, incluso a nosotros mismos. Resistimos pese a nuestros propios controles para demostrar la pureza de nuestro espanyolismo. Hemos normalizado el ninguneo social e incluso me atrevo a decir que nos hemos aislado voluntariamente. Error. Sin darnos cuenta, estamos siguiendo su maquiavélico juego.
Los pericos nos quejamos, con razón, de los agravios comparativos que sufrimos en Catalunya, la tierra donde nacimos hace 122 años, vivimos y sin la cual no tenemos razón de ser. Pero, ¿Qué hacemos para salir de esta situación? Pues crearnos guetos para aislarnos aún más. Denunciamos la falta de personalidad de quien se deja manipular, pero nos auto lanzamos constantes consignas pros y anti lo que sea, dando vueltas en un círculo vicioso del que no salimos para no perder el argumento de la queja. La prueba del algodón perico hoy es el Girona FC.
Si no hablas de ellos como Barça G, eres un periculé en potencia y me temo que, si algún dia Nastic o Lleida comparten la máxima categoría con el Espanyol, deberemos referirnos a ellos como Barça N o Barça LL, si queremos mantener la graduación. Nos quejamos de que los jóvenes no se enganchan al proyecto, pero hemos convertido nuestro día a día en una reválida, en un examen de buen o mal perico, donde quien la dice más gorda recibe un plus en su nota. ¡Cómo si no fuese difícil ser perico de por sí!
No tengo ninguna simpatía por el actual Girona FC, pero no pierdo el tiempo en “ascenderlo” a rival deportivo. Para mí es un club que, con menor presupuesto, hace las cosas mejor que el Espanyol. Delfí Geli es mejor presidente que Chen Yansheng, Quique Cárcel mejor director deportivo que Catoira y sobre el césped tiene seis jugadores (Gazzaniga, Arnau, David López, Oriol Romeu, Riquelme y Castellanos) que serían titulares en Cornellà, mientras que solo tres pericos (Brian, Darder y Joselu) lo serían en Montilivi. Deportivamente, como el Rayo Vallecano, nos tiene cogida la medida y decirlo no me convierte en peor perico.
Por más que se empeñen los medios de comunicación al servicio del Barça, la comparación con el RCD Espanyol no se sostiene. Para mí, el Girona FC no es más que un equipo al que me enfrento dos partidos las pocas veces que compartimos categoría, con el que siempre había habido una relación cordial a nivel de clubes. En 2017-18 jugó por primera vez en la máxima competición nacional y, en mi opinión, se equivocó acercándose al FCB y Manchester City. Fue entonces cuando los buitres barcelonistas vieron la oportunidad de intentar hundir al Espanyol (26 enero 2019, Jaume Roures: “El Girona FC debe aspirar a ser el segundo equipo de Catalunya“) y empezaron a llenar la cabeza de los seguidores del Girona con fantasías que nada tienen que ver con la realidad.
Hay números que hablan por sí solos:
GIRONA FC:
1ª: 3 temporadas
2ªA: 24 temporadas
2ªB: 13 temporadas
3ª: 44 temporadas
1ª catalana: 2 temporadas
Regional Pref.: 1 temporada
En la temporada 2007-08, el Girona FC jugaba en 2ª B contra el RCDE B.
Se trata de identificar al enemigo y éste no es otro que el FC Barcelona. La prensa culer provocó la rivalidad con el Girona FC con el único ánimo de empequeñecer al Espanyol, y muchos pericos picaron. Yo, no. No les voy a seguir el juego, ni perderé el tiempo en sucedáneos.