Amaya Montero, la cantante de la oreja de Van Gogh, homenajeó en la canción ‘La playa’ los días que pasaba en La Concha de San Sebastián junto a sus amigos. Dice el estribillo principal, más conocido que el propio título, que “te voy a escribir la canción más bonita del mundo, voy a capturar nuestra historia en tan solo un segundo”. Y en esa pequeña fracción de tiempo sucedieron tantas cosas que acabamos ‘sonriendo como cada vez, como aquella vez’.
Álvaro homenajeó a Pelé, haciendo la parada de Gordon Banks y alguna más; Oscar Gil le hizo palanca a Ansu y no sufrir era’ volver a ver amanecer’; a Sergi lo veremos relevado por un cuate aunque ejerció de presentable; Cabrera volvió por donde solía y nos cantó aquello de ‘no sé si aún me recuerdas’, mientras Brian nos representaba con coraje y eso a ‘este loco, que os escribe, no se le olvida’.
Se dobló Calero entre el medio y el centro de la defensa sin resolver el conflicto de los jugadores fuera de sitio; Vini recordará para siempre el derbi ‘por mucho que pasen los años de largo en su vida’ y Darder se dio el gustazo de ser el mejor centrocampista de todos los que había en el terreno.
Valga el tacón de Braithwaite para salvar al jugador que ya ‘no sé si aún recuerdo’; Melamed imponente que busca arrancarse la etiqueta de promesa desde un extremo y Joselu, el hombre con 32 veranos al que no cambio ‘ni por ti, ni por el mar, ni por el cielo’.
Y ‘si pudiera volver a nacer’ repetiría la amarilla de Puado frenando a Dembelé; la incorporación de Expósito destilando pasión; el cambio de cromos en el lateral cuando entraron Aleix y Rubén y los minutos de Simo más extensos en el alargue que en el encuentro y que vamos ‘conociendo al tiempo’.
Llegó ‘el día de la despedida’ del año, me quedo de guardia no vaya a ser que aún alguno acuda a buscar lo perdido en algún juzgado. Se apagaron los focos en el troceado Spotify, donde la música que suena tiene notas de funeral, mientras en casa perica nos parece celestial. No fue victoria, pero casi. Todo lo que se consigue en el derbi sabe a gloria y aunque un empate no es el sueño de nuestras vidas, la forma en que se ha conseguido nos suena ‘a la canción más bonita del mundo’.
Feliz entrada de año pericos.