‘Nadar y guardar la ropa’; ‘morir en la orilla’; el refranero entero por mi cabeza tras 88 minutos de tú a tú ante el vigente campeón de Europa. Fue ahí cuando el próximo Balón de Oro nos envió al cementerio, por valientes. Ahí ha quedado yaciendo nuestro cuerpo, tras conjugar las abismales diferencias entre ambas plantillas a base de tesón, buena disposición y un entrenador que no se conformó con un punto más que merecido.
El triple tirabuzón sin red, era lo que nos quedaba por ver en Lecomte, que con su expulsión hizo olvidar alguna buena parada.
Hay un Óscar Gil diferente en fechas destacadas, en días marcados. Acciones profusas ante uno de los rivales más insistentes.
Puesto en su sitio, la tarde-noche de Calero fue productiva en muchas intercepciones en tiros a quemarropa de los madridistas.
La esperanza es lo último que se pierde y pensé que Cabrera enmendaría de portero lo que no supo atajar como central.
Por lo menos, la vida de Brian en su banda tuvo la armonía que no hubo en el otro carril del campo.
Se encontraba Vini con su gemelo de nombre y por su prestación, quizá debieron bautizarle en su día como Casemiro.
No funcionó la conexión de Edu Expósito entre líneas y la narrativa de su encuentro pasa desapercibida.
El único empate en el césped, lo consiguió el más joven con slaloms a tumba abierta y con sonido de moto de fondo que suena‘RRRRRRRubén’
Hay un Puado post-renovación alejado del anterior. De su regreso dependemos.
Joselu dejó tiritando la cabeza de la liga en el momento del empate y no la remachó por una manopla del ‘Congo belga’: Courtois.
Un cambio por bloque, motivó acabar con el Lele bajo palos y de los que entraron, a Keidi se le amargó el cumpleaños, Nico se llevó una cleca de Lucas que por supuesto nadie dijo de revisar y Dani Gómez compareció sin opción a poderlo valorar.
Decía arriba que los cementerios están llenos de valientes y por eso he dejado para el final, al que deslumbró con su decisión esta semana: Darder. Renovado, dejó palabras que enorgullecen el sentimiento de todos los que apoyamos la blanquiazul y de un plumazo, demostró que no hay nada más grande que hacerlo en casa, con nosotros. Porque hay títulos incluso mejores que los trofeos: el reconocimiento. Y él sabe, que se ha ganado el respeto de jugadores y aficionados rivales que lo señalan diciendo; “mira ese de ahí, es Sergi Darder, el futbolista del Espanyol”. Y eso vale mucho …