Permítanme una reflexión inicial: Si juegas agazapado atrás eres fuerte defensivamente pero al mismo tiempo llegar a la zona de peligro del equipo contrario se hace muy difícil porque la distancia entre líneas es excesivamente grande y cuesta llegar arriba. Si llegas estarás agotado y además si lo consigues deberás ser resolutivo, o al menos generar el peligro suficiente para que el adversario te tenga en cuenta.
Si por el contrario, juegas presionando en la primera línea de la cobertura del contrario estás expuesto a un contraataque si no eres capaz de combinar la presión con una calidad técnica que te permita manejar el balón con soltura y con la seguridad de recuperar rápido el balón en caso de pérdida.
En ambos casos la calidad de los componentes del equipo es un factor común. Evidentemente son dos maneras de enfocar el planteamiento de un partido y seguramente hay más pero en cualquier caso vendrá determinado por el tipo de jugadores que dispongas.
Ayer era una magnífica oportunidad para que los jugadores del Espanyol se reivindicaran y certificaran la permanencia y lo que es más importante, el compromiso con la entidad. El empate es el mal menor teniendo en cuenta que de salida vimos un equipo miedoso, contagiado por los nervios, ansioso por no cometer errores. Sin robo de balón y con más ganas que efectividad el partido era relativamente cómodo para un Celta de Vigo que se adelantó en el marcador y que hizo temer lo peor. Supieron dar con la tecla del empate antes del descanso.
La segunda mitad pareció trazar de salida un dibujo distinto, con un equipo más enchufado que provocaba otras sensaciones. Vimos un partido más abierto, sin grandes ocasiones pero con intercambio de golpes que podían haber terminado con el KO de cualquiera de los dos conjuntos.
Vimos la lógica de no adelantarse mucho para no ser vulnerables en defensa pero al mismo tiempo quedo evidenciado que la calidad de esta plantilla solo permite ser realistas y entender que de lo que hay no tenemos mucho que pueda formar parte del futuro proyecto. ¿Ya me entienden verdad?
En definitiva, puntito al saco. La lucha está en conseguir la permanencia cuanto antes mejor y pensar en las vacaciones. Algunos las necesitan, otros (como los aficionados) se las han ganado y la inmensa mayoría se las merecen de forma permanente. Al menos en este equipo y en este club.
Comparto totalmente lo expuesto, que acabe cuanto antes, esta horrible pesadilla.