Todavía no, amigos. Aún no podemos certificar la permanencia. Este final de Liga va pasando a cámara lenta de forma exasperante y se van sucediendo los partidos como si fueran gotas chinas. No se me ocurre otra analogía porque seguimos esperando y desesperando. Con 37 en la saca, el punto ante el Celta será bueno si hoy viernes se consigue una victoria ante Las Palmas. Podríamos cantar los 40. ¡Aleluya!
La gota china es un tipo de tortura psicológica en el que se solía atar a un individuo dejándole caer gota a gota de agua en la frente. El goteo no le dejaba dormir, y tampoco podía beber el líquido que le caía. Dejando de lado la crueldad del método, también llamado de la gota malaya, no exagero si digo que lo vivido esta temporada ha sido una especie de tormento agridulce. Suerte que los pericos somos de piel dura.
Existen numerosas pruebas de este goteo incesante. Los partidos nefastos que hemos visto esta temporada, tanto en casa como fuera, son un buen ejemplo: Deportivo, Real Madrid, Atlético, Real Sociedad… El equipo no ha encontrado el punto a la regularidad defensiva, ha cometido errores (muchos individuales), se ha desdibujado y perdido entre diferentes sistemas y no ha encontrado las conexiones necesarias en ataque. Doce derrotas fuera de casa, 63 goles encajados… Suerte que hemos combinado suerte y victorias para sobrevivir.
También hemos resistido, o eso parece, el cambio de entrenador. El primero, Sergio González, nos dejó con las dudas sobre una planificación deportiva de un equipo que se había quedado sin sus referentes y sin la oportunidad de remontar el vuelo. El segundo, Constantin Galca, es el que está viviendo una auténtica gota malaya sobre su cabeza a causa del cuestionamiento constante de su autoridad. Para los pericos, ya es el mal menor.
Y, por último, el compromiso repetido y anunciado por los jugadores una y otra vez ha flaqueado. Sin llegar a dudar de la palabra de los profesionales, los pericos han sufrido viendo la apatía del equipo sobre el césped y la incapacidad de mantener la intensidad que requiere jugar un partido en Primera. Habiendo visto y comprobado que saben competir, han sido muchas más las veces que ha caído la gota de la ignominia sobre nuestra frente. Así que espero que el degoteo se acabe esta misma noche. Por cierto, ¡feliz Sant Jordi a todos los [email protected]!