Acabo de mirar la previsión del tiempo. Parece que hoy habrá lluvia generalizada y destaca la aparición de tormentas hacia las ocho de la noche. Lo he consultado en una de esas páginas de Internet que hacen pronósticos meteorológicos (siempre cuesta teclear esta palabra). ¡Ufff! Y lo he chequeado porque hoy estaré ahí, en el campo del equipo del otro lado de la Diagonal, en el Camp Nou.
Hace muchísimo que no voy a ver un derbi al estadio del FCB. Estoy nerviosa. Y a la vez excitada. Esta temporada ha vuelto el fair play entre místers. ¡Dos pericos! Valverde y nuestro QSF. Ha vuelto la típica foto, ¡qué foto! Las sensaciones con las que encaramos este partido son algo raras, ¿no? Este derbi llega en un momento en que los sentimientos de algunos pericos están encontrados: hay quienes siguen con la desilusión de esperar un fichaje estrella que no llegó y el pufo del primer partido en casa; mientras que otros creemos que la estrella es la filosofía de este equipo. Quique Sánchez Flores está en resonancia con la segunda opción.
“Cuando hago alineaciones y veo a tantos jugadores de la casa, empiezo a pensar que fortalecemos la idea del año pasado de tener gente con sentimiento, que siente lo que hace y que tenga un profundo respeto por la camiseta que defiende”, ha dicho. Tal cual. Así que el once inicial que salte hoy al terreno de juego debe hacer honor a la lucha, y competir para rascar puntos ante el Barça.
A pesar de los pronósticos, los del tiempo y los de las estadísticas habituales, esperemos que la única tormenta perfecta que caiga sobre el Camp Nou, esa que llega y crece con extraordinaria rapidez y levanta la furia del viento, sea la blanquiazul.