Toda despedida es dolorosa. Algunas alivian, otras oxigenan y liberan. Pero todas, en mayor o menor medida, tienen su parte de tristeza, de fracaso. No hablo de fútbol solo. Esta semana he visto marchar a un capitán, con más de una década llevando nuestra camiseta, y a una banda de rock irlandesa llamada Walking On Cars, que justo abandonan tras diez años juntos. Ni Javi López era el mejor jugador del mundo ni los irlandeses la mejor banda de rock actual, pero ambas despedidas tienen ese aire de tristeza y de oportunidad perdida.
Se olvidan que el de Osuna, vilipendiado por casi todos por sus cualidades futbolísticas, era el primero en sufrir como un perico más. Ya expliqué como se bajó del autocar en el Ciutat de València y se dirigió a los que le insultaban, a él y al resto del equipo, diciendo que él tampoco podía dormir por las noches por el descenso. Y con lágrimas en los ojos. Hace un par de años de aquel hecho.
En su despedida volvió a demostrar que era, es y será uno de los nuestros. Algunos olvidan los servicios prestados, y que el descenso es responsabilidad de todos, no solo de Javi López o de Víctor Sánchez. Hasta desde la prensa y el entorno perico hemos contribuido a ello. Demasiadas batallas y rencillas personales llevadas al extremo, ¿verdad Francesc? ¿Verdad, Javier?
El grupo irlandés anuncia su adiós con un EP de seis canciones llamado “Clouds”. Unas nubes que esperemos escampen tanto en su futuro musical como en el futuro de nuestro Espanyol. En esa coda final, los del condado de Kerry (¡Qué bello país Irlanda!), nos dan consejos a todos para que rememos en una única dirección: el ascenso. En ‘Try Again’ nos animan a intentarlo siempre, a no bajar los brazos nunca. En ‘Walls’ nos hablan de los obstáculos que nos toparemos y de que, sobre todo, debemos estar atentos: ‘Eyes Are The Size Of The Moon’. Nos convencen de que estos colores nos entraron en el alma y en el corazón hace años con ‘Colonize My Heart’ y de que, pase lo que pase, jamás abandonaremos con ‘I Still Want You’.
Pero, por encima de todas ellas, está la canción que duele escuchar por ese potencial perdido, esa sensación de que la suerte nos les acompañó. ‘All The Drinks’, con ese sonido personalísimo de la banda, tiene hechuras de gran canción. Y es que muchas veces, la vida y la suerte no es esquiva.
Dicen los escritores que lo ideal es que las musas y la inspiración te pillen delante de una hoja en blanco, en un intento de hacernos ver que solo con talento no basta, que hay que trabajar y mucho para lograr lo que te propones en la vida. Como club tenemos una meta inmediata: subir. Pero, sobre todo, debemos tener otra meta para siempre: no volver a pasar por el trago de descender. Hagan lo que tengan que hacer, pero no podemos volver a pasar por esto nunca más.