Ante la situación social que vive Catalunya cuesta centrarse en la información deportiva, algo que los medios de comunicación comprobamos al comprobar el poco interés que despiertan las noticias entre nuestros lectores, algo fácilmente constatable a través de las webs, que miden al momento el impacto de cada noticia. Vivimos tiempos convulsos.
Como habrán comprobado los lectores de este medio, he evitado opinar directamente sobre la situación política. Ya sufrí una triste experiencia a raíz de mi posicionamiento personal contra la guerra de Irak que todavía me recuerdan y reprenden algunos pericos. Hay una parte muy importante de nuestra masa social que insiste en no mezclar política con deporte, algo por otro lado imposible, al tratarse de una manifestación social, pero totalmente respetable.
Por otro parte entiendo que mi opción política personal poco le importa o interesa a la mayoría. Por ello no opiné sobre el no posicionamiento del club ante el referéndum. Como tampoco pedí un posicionamiento de mi club ante los tristes hechos del 6 y el 8 de septiembre en el Parlament, por poner un ejemplo. Cada uno pone el acento en aquello que más le preocupa, y como no hay una postura general de los seguidores pericos, entiendo que el club no debe decidir por la mayoría, más aún en tiempos en los que la democracia directa se puede ejercer fácilmente a través de las diferentes aplicaciones tecnológicas, solo hace falta voluntad para hacerlo.
Aplaudo, eso sí, el llamamiento a la sensatez y a recuperar la paz social en Catalunya que ha hecho el club (y que aquí publicamos), algo en lo que todos deberíamos estar de acuerdo. Los mismos que en su momento criticaron su no posicionamiento ahora aplauden que clubs como el Barça haga un llamamiento en la misma dirección, varios días después.
No puedo esconder mi tristeza y la desazón vivida durante estos días en los que hemos visto cosas que hacía tiempo no veíamos, pero prefiero no aportar más angustia insistiendo en lo que machaconamente nos ha tocado vivir. Intentaré centrarme, aquí, en el Espanyol que es lo que nos une, por lo menos a nosotros los pericos.