El Espanyol ha hecho como el mal estudiante, que solo se aplica al final del curso. Normalmente, a no ser que el alumno sea un superdotado, el resultado no suele ser bueno. Puede aprobar, pero poco más. Eso le ha sucedido al equipo blanquiazul, que ha cuajado una mala temporada, maquillada un poco en un sprint final con ‘acento Gallego’.
Este Espanyol nos lo han cambiado de cabo a rabo. Menos mal que sus jugadores no daban para más (Quique dixit). Tres victorias seguidas fuera de casa en tres escenarios de prestigio: Montilivi, Wanda Metropolitano y San Mamés. Que lástima que termine la Liga. Solo una jornada más y posiblemente habríamos terminado en la primera página del teletexto, que decía Dani Sánchez Llibre para referirse a la primera mitad de la tabla.
Un undécimo puesto que sabe a gloria si tenemos en cuenta que el equipo se encontraba en el puesto 17 en la jornada 35. Solo cabe lamentar que no hubo sorpasso catalán porque el Girona no falló en Las Palmas gracias a un experico, Stuani, que firmó un doblete que permite a los gerundenses terminar entre los diez primeros. El uruguayo, por cierto, ha firmado 21 ‘dianas’, sus mejores guarismos en España.
El Espanyol pudo incluso golear al Athletic. Acaba la liga en un gran estado de forma y con gran confianza. Soy de los que piensa que es muy importante terminar con fuerza un campeonato para empezar bien el siguiente.
Para ello es fundamental la continuidad. O por lo menos tocar lo menos posible el equipo y su cuerpo técnico. Sin embargo, no parece que esta estabilidad vaya a ser una realidad porque Aarón Martín y Gerard Moreno tiene pie y medio fuera del Espanyol. Y por lo que se refiere al banquillo, no parece que David Gallego vaya a ser el preparador perico en la campaña 18-19. Pese a que se lo ha ganado sobradamente si atendemos a los números y a su capacidad para seducir y convencer a los jugadores, que habían perdido la confianza en sí mismos. Incluso pesos pesados de la plantilla piden su continuidad, como David López.
Por cierto, hay que reconocerle a Lardín, que ya no está en el club, el acierto a la hora de promocionarlo. Gallego ha hecho una gran temporada en el filial y se ha superado en el primer equipo. Al César lo que es del César. David Gallego ha sacado 13 puntos de 15 posibles. Una barbaridad si también tenemos en cuenta que nadie daba un duro por este equipo.
Echando la vista atrás, la victoria en Montilivi fue clave porque, con una pizca de suerte en la primera parte, el equipo se despojó de sus complejos y miedos. Hasta el punto que en los cuatro restantes fue claramente superior al rival, siendo protagonista del choque, algo que con Quique difícilmente pasaba
Y me gustaría acabar la última contracrónica de la Liga 17-18 con un detalle que me llamó la atención. Fernández Borbalán (un colegiado que tiene incluso una biografía: Papá, quiero ser árbitro) dirigió su último partido y fue felicitado por los jugadores (especialmente por nuestro capitán Javi López). Hasta aquí todo normal. Lo que nunca había visto fue un séquito de aficionados con camiseta y pancartas que le arroparon en San Mamés. Amigos, familiares, paisanos… Da igual. Me encanta que un trencilla también tenga quien le apoye. Los equipos tienen sus aficionados y los árbitros solo los que se acuerdan de su familia.