Con la regla de tres, obtenemos el resultado al problema generado al disponer de tres valores conocidos y una incógnita. De las tres formas de aplicarlo, simple, inversa o compuesta, sabiendo que la X es Joselu, necesitábamos la Y. La fórmula simple nos puso que el resultado era Braithwaite, autor de un empate que nos deja haciendo cálculos.
El algoritmo de la portería fue resuelto manteniendo a Álvaro Fernández, que debió recurrir en el gol al teorema de Arconada.
El debut y expulsión de Rony Pierre-Gabriel en el primer tiempo es un suspenso por decimales.
La cabeza de misil croata Budimir nos dejó quebrado a César Montes, que asegura el porcentaje de tranquilidad en defensa.
Leandro Cabrera nos dividía con su vertiente dudosa pero hizo, sin esperarlo, la asistencia del gol.
Brian Oliván multiplicó las prestaciones y deja acciones para grabar en video.
Ejercicio de suma de Fernando Calero, que abrigó el frío que hace sin Vini Souza.
Sergi Darder elevó a la máxima potencia un fútbol que merece más acompañantes.
Por repetido no dejaré de decir que Nico Melamed resta en banda y se vuelve ‘pi’, infinito por el centro.
Se fraccionaba Aleix Vidal entre ataque y tapar a Rony en sus incursiones, dejando a la vista su
incomodidad.
Si no marca, ayuda; Javi Puado raíz cuadrada en el gol del empate.
Decía antes que la regla nos trajo a Braithwaite por el Pichichi para hacer el quinto, su número
primo.
El mercado mejoró los elementos del conjunto y llegó Rubén Sánchez para recitar la tabla del 2, Sergi Gómez
aumentando ‘su’ estadística, José Gragera conocedor de la teoría del mediocentro, Denis Suárez intentando unificar la disparidad de opiniones de la grada y Edu Expósito, saliendo a la pizarra menos acertado que al principio de curso.
Si la fórmula consiste en mejorar lo hecho en la primera vuelta, el empate gana a la derrota contra CA Osasuna en El Sadar. Llevamos ya un punto más. Tirar de matemáticas a estas alturas es algo habitual y la práctica demostró que el 1-1 fue justo. Peor sería estar hablando de partidos a vida o muerte, clavos ardiendo o finales. Esperemos que eso no llegue, porque tenemos algunos elementos para licenciarnos. Y hasta para doctorarnos.