Siempre es mejor criticar al equipo cuando se gana. Lo hicimos en el discreto choque ante el Zaragoza y volvemos a insistir después de derrotar al equipo departamental. Así no vamos a subir directo, ni con más remontadas como la de anoche.
No se puede regalar una hora larga en Cartagena (ni ante ningún otro equipo de la Liga SmartBank) sin jugar a nada ni depender de un cambio, o de un determinado futbolista, que revolucione el partido completamente. Es jugar con fuego, algo que no podemos permitirnos. Y ayer estuvo a punto de costarnos muy caro.
No somos oportunistas. También lo dijimos en la última contracrónica. Nico Melamed debe tener más minutos. Anoche solo 23. ¿Para cuándo una titularidad? Con solo 19 años, el de Castelldefels es el único futbolista de nuestra plantilla imprevisible, en el buen sentido de la palabra, para los rivales. En un equipo tan previsible como el Espanyol es un activo del que no podemos prescindir. Y no me sirve el argumento que es demasiado joven y tiene que aparecer poco a poco. Nuestro Maradona merece más. Anoche su presencia revolucionó un partido que estaba perdido. ¿Por qué no salió antes?
La toma de Cartago Nova
En el 209 a.C. el joven romano Publio Cornelio Escipión, conocido como ‘El Africano’, conquistó Qart Hadast, comandando a dos legiones romanas. ¡Con solo 26 años! Y la bautizó como Cartago Nova, el mismo nombre del estadio en el que el Espanyol remontó. Fue contra pronóstico, cuando la ciudad propiedad de los cartagineses parecía inexpugnable. Como ocurrió anoche, hasta que Nico Melamed saltó al césped y revolucionó un choque que parecía perdido. Heredero de las cualidades militares de su padre y su tío, muertos a manos de Asdrúbal (hermano del temible Aníbal), Escipión se armó de valor cuando todo parecía perdido para los romanos en Hispania.
Para los amantes de la historia y la estrategia, Qart Hadast era la principal base enemiga de Roma y el mayor puerto de Hispania. Guarnecida con 3.000 hombres, tenía en el terreno su mejor defensa: la rodeaba una muralla de cuatro kilómetros; al sur la protegía el Mar Mediterráneo y al norte un lago salado. Solo era accesible por un estrecho istmo.
Las legiones romanas fracasaron en un primer intento, pero cuando anocheció toco cambió. Las aguas del lago salado bajaban tanto que podían vadearse a pie para atacar las murallas más bajas y desguarnecidas, allí situadas por considerar los cartagineses que se trataba de una zona inexpugnable. Escipión percibió esa debilidad (como Nico, que advirtió las del Cartagena) y envió a 500 hombres a cruzarlo. Los asaltantes escalaron las murallas sin resistencia y se dirigieron a abrir la puerta principal, acosada por el grueso de las legiones, a la par que algunas naves romanas penetraban desde el mar. Como la de ayer, una remontada histórica con un joven valiente al mando. Escipión y Melamed, artífices de ambos éxitos.
Puado, al contragolpe
Con el partido ya abierto y favorable para el Espanyol, pudimos ver al mejor Puado en acción. Su velocidad y definición son sus mejores armas, como demostró en el 1-3. Ello me lleva a pensar que si salimos a ganar desde el minuto 0 y nos adelantamos en el marcador, sería un jugador muy valioso cuando los equipos rivales se abren. El canterano es mortífero al contragolpe.
Un paso más, por favor
Como conclusión, insistimos en que hay que dar un paso más. Mallorca, Leganés y Almería (creo que el Sporting acabará desinflándose pese a su buen inicio) son equipos muy duros y ya han mostrado sus credenciales que les acreditan como claros candidatos al ascenso directo. Estarán en pugna con el Espanyol hasta el final por las dos ansiadas plazas directas. No podemos ser conformistas con lo que hemos visto hasta el momento, por mucho que los resultados y la clasificación nos sonrían de forma provisional. ¡Ave Espanyol, los que vamos a sufrir te saludan!