‘No Mires Arriba’, la película estrenada estas Navidades en la plataforma Netflix, se ha convertido en un gran éxito y podría ser, perfectamente, el título que de nombre a la trayectoria del Espanyol en este tramo final de la primera vuelta. Sin el objetivo de hacer spoilers, la película es una metáfora de la sociedad en la que vivimos hoy en día, donde le damos importancia a unas cosas por encima de las que realmente importan. Mirar arriba es como reconocer una realidad que muchos quieren esconder.
‘No mires arriba’ es lo que le está pasando al equipo blanquiazul en este retorno a la Primera división. Una vez conseguido el ascenso a la máxima categoría del fútbol español, los catalanes ocupan una meritoria undécima posición en la tabla clasificatoria tras 19 jornadas disputadas. Durante todo el año anterior en LaLiga SmartBank, el equipo no dejó de mirar arriba en busca de volver a la élite que nunca debió dejar. Era lógico pensar que, después de la desastrosa temporada del descenso, este año el equipo debía consolidarse e intentar mantenerse sin demasiados apuros. Algo que parece estar consiguiendo gracias a la magnífica puntuación como local. Atesora 20 de los 27 puntos posibles sumando seis victorias y un empate en los últimos siete choques. Unos números impresionantes que han hecho soñar y mirar arriba a los seguidores espanyolistas. Sin embargo, parece que los jugadores, cuerpo técnico y los estamentos del club no acaban de creérselo y les da vértigo mirar hacia arriba y reconocer la realidad actual.
Una realidad actual donde encontramos al club en una situación óptima para crecer y soñar con un futuro prometedor. Es uno de los conjuntos más saneados de LaLiga Santander, el primer equipo cuenta con jugadores de primer nivel combinado entre veteranos, jóvenes y canteranos que se están revalorizando partido tras partido. Raúl de Tomás se está erigiendo en el líder goleador que tanto anhelaba el equipo tras la marcha de Gerard Moreno, Sergio García y Borja Iglesias. Asimismo, dispone de una masa social cercana a los 30.000 socios, aunque se tienen que hacer más acciones para crecer. Aún me duele que solo 16.000 espectadores presenciaran en directo en el estadio la remontada ante el Levante UD, ya que se trataba del último partido en casa antes de despedir el año. Un 2021 que despedimos con la primera victoria de la temporada a domicilio en un terreno de juego como Mestalla, tras 14 años sin conseguir el triunfo. El equipo ha sumado seis puntos de 30 fuera de casa y toca seguir mejorando. Parece que la permanencia es el objetivo del club pero hay muchas razones y argumentos para dejar de mirar abajo de una vez por todas y empezar a mirar arriba. Mestalla y el día 31 de diciembre marcan el camino.