21 de diciembre. Apenas le quedan tres chocolatinas al calendario de adviento. Oficialmente casi han llegado las Navidades. El jueves es Nochebuena y mañana se sortea el gordo -nunca antes aquello de “al menos tenemos salud” habrá estado tan justificado-. Hoy al mediodía arrancan las vacaciones para los niños. Esto implica que hasta el día 11 de enero, sus gritos volverán a hacer acto de presencia en todas las reuniones telemáticas de trabajo. Pero antes, llegará el momento que condicionará indefectiblemente las fiestas y la cantidad de regalos recibidos por los más pequeños: la entrega de las notas a los padres.
“Segunda es también el llanto hipócrita de Luis García Plaza”
Tras el triunfo ante el Almería, por fin despedimos el año más complicado de nuestras vidas. Como sucede con los niños, el parón navideño también resulta idóneo para evaluar al Espanyol en su regreso a la categoría de plata justo hoy que se cumplen 100 días de su debut ante el Albacete. Lo primero de todo es constatar que Segunda es exactamente lo que nos habían advertido: un campo de minas. Segunda es el vigor del Fuenlabrada y la resistencia numantina del Sporting. También el llanto hipócrita de Luis García Plaza, las dudas de Diego López y el fangal de Las Gaunas, que por cierto me hizo recordar a Meléndez y Vitkovice. Por suerte, Segunda también está siendo la sonrisa de Darder y la eclosión de Melamed, así como la obra artística de RDT de ayer -digna del Premio Puskás– y el descubrimiento que Bare podría ser atleta olímpico.
Al Espanyol, pese al notable alto, le quedan asignaturas pendientes
Tras casi media Liga disputada, podemos confirmar que la adaptación a la categoría ha sido inmejorable. Aun así, es evidente que en marzo el Espanyol no tendrá el ascenso en el bolsillo. En una temporada de récords –nunca antes el segundo y el tercero habían acumulado tantos puntos a estas alturas– hay que rayar la excelencia para lograr el objetivo y, pese a los buenos números, todavía quedan asignaturas pendientes como rendir mejor contra los rivales directos -solo se ha ganado al Sporting y al Almería- o tratar de cerrar los partidos para evitar funestos capítulos como el del Girona.
Proyección de récord
De seguir así, el Espanyol subirá. Es líder y acumula 42 puntos. Con estos guarismos, proyectaría 92 unidades al término de la competición. De locos. Supondría batir el récord histórico (91) que ostenta el Dépor. Con todo, el tercero apenas está a cuatro de distancia. Y da la sensación que no se va a descabalgar hasta el final. El ascenso va a estar muy caro y, por ello, la exigencia –teniendo además el tope salarial más alto de la historia de la categoría– debe ser máxima. No da para un sobresaliente, pero la nota se le acerca: notable alto. No está nada mal. No olvidemos que las de Navidad son notas parciales, orientativas. La evaluación final es en junio. Entonces, se dirimirá si avanzamos de curso o toca repetir en Segunda.