El jueves nos dejó Isabel II. El listado de papas, presidentes de nación y otras personalidades que vio pasar la antigua reina lo han enumerado hasta la saciedad. Faltó incluir que también nos vio ganar 4 Copas y dejó este mundo sin vernos ganar esta temporada en casa.
Los focos dirigidos a Álvaro, estrenándose ante nosotros y mantuvo el marcador en mínimos con acciones destacables.
Óscar Gil en partido-valle ni tan siquiera estorbó en el segundo gol.
Sin quedar señalado, Sergi volvía a donde Calero mejoró las cosas desde hace dos semanas.
Pudo redimirse con gol, pero Cabrera hizo una actuación con título de concurso: Pasapalabra.
El auténtico arrebato, Brian Oliván. Entre los mejores.
Vini debe moverse en parcela específica, como soga alrededor del cuello. Si se mueve, nos entran como lo hace una sonda: directa y con dolor.
Se ha quedado Expósito parado detrás de la cortina, esperando que le llamen para entrar en la función y debería ser actor principal.
Intentó cargar con el equipo Darder. No es Houdini y no hubo truco deslumbrante.
Se empieza a quedar corto valorar a Puado por la entrega, cuando tiene pólvora.
Aún no ha conectado del todo, pero Braithwaite ya lleva dos que no han hecho otros.
Hace de faro de guía arriba y no hay nada a recriminar a Joselu, identificado con la fe.
En la búsqueda del más difícil todavía se incorporó Dani Gómez con media hora discreta, Melamed enredado en encontrarse y Omar sin cómputo destacable por Rubén que entró minutos antes y se rompió.
La perversión del lenguaje da para interpretaciones de todos los colores. Entre frases directas y slogans nos quedamos jodidos y enfadados. Sería maravillosa la minoría si dejamos de tirarnos los trastos a la cabeza. Queda claro que hay que sudar sangre y que las victorias es algo más que una cuestión de fe. Seguiremos.