Me resisto a quemarlo todo. Todavía es temprano, ¿no? -quiero creer-. Cierto es que a escasos días para empezar la competición el primer equipo del Espanyol está manga por hombro. Mucha teórica revolución, salidas, jugadores apartados o como prefieran decirlo, y muy pocas entradas. Este prometía (todavía hay tiempo para que así sea) ser memorable ante los cambios que se estaban produciendo y que tanto se venían demandando; nuevo director deportivo, nuevo míster y con un perfil con carácter, adiós a vacas sagradas, fin a agradecer los servicios prestados con renovaciones forzosas… entre medio renovaciones extremadamente necesarias como la de Sergi Darder por medio, también ahí anda Adrià Pedrosa –Óscar Melendo ya se quedó por el camino-, pero la ilusión y todas las miradas, puestas en las llegadas.
Interesantes incorporaciones de Joselu y Brian Oliván, viene ‘Vini’ -ojalá también venza, por ahora buena pinta- para dar un salto de calidad en la medular, Lecomte bajo palos en una portería digna de serial y se acabó. Mucho por hacer y como decimos por aquí, ‘el més calent és a l’aigüera’. Rumores en cuentagotas, incertidumbre, goleada en contra que lo sacude todo, se encienden algunas alarmas, plantilla corta, dudas sobre si sacar a la palestra a los canteranos… la lista es larga, no lo negaremos. Da respeto pensar con qué plantilla arrancaremos el campeonato, aunque la próxima semana pueda haber movimientos, en principio una entrada seguro. Pero, por ahora, Diego Martínez y el resto de jugadores se merecen el beneficio de la duda. Presunción de inocencia hasta que no se demuestre lo contrario. Hasta que los resultados no lo evidencien todo en demasía. Por lo tanto, en la ‘diegoneta’ sigan montados y no defallezcan. Por ahora me niego a caer en el desánimo, espero que sean muchos de ustedes los que hagan lo propio también. Aunque sea meramente como acto de fe y no se lo acaben de creer mucho.
Cuesta ser paciente, y más todavía cuando tras un año de consolidación, tocaba -supuestamente- paso al frente. Pero todavía queda tiempo. Cierto es que eso de que el mercado cierre con la liga ya comenzada es cuanto menos fastidioso por no decirlo de otra forma malsonante, pero no es nada nuevo, como que las cosas de palacio van despacio y que en un mercado muy ‘tocado’ económicamente, todo se demora mucho más de lo esperado. Eso al margen, en el club trabajan. Otra cosa es que guste más o menos, pero lo hacen. Hay una hoja de ruta marcada, Domingo Catoira y sus ‘timings’ ahí están, y no tengan ninguna duda de que plantilla de 20 habrá. Repito, luego faltará que lo que aterrice sea de su agrado y habrá que ver también como el bueno de Diego Martínez ensambla las piezas y las hace funcionar, pero hay opciones para el eje de la zaga, en la medular, en los extremos, se sigue trabajando en la portería y en cualquier opción de mercado que pueda darse, pero… Siempre hay un ‘pero’ -menudo rollo-. Tampoco podemos perder de vista que las normas del fair play financiero ahí están -aunque no parezcan que a todos por igual-, por lo que hay que seguir aligerando la plantilla en cuanto a masa salarial se refiere, como también lo estricta que es la propiedad del Espanyol en no hacer movimientos arriesgados si no se pueden inscribir. Por lo tanto, ‘tranquilitat i bons aliments’. No prendamos fuego tan rápido, y se lo dice alguien de mecha corta que está ansiosa por ver qué sucede en el último amistoso ante el Napoli.
Aquí una servidora esperará para juzgar, opinará, faltaría más, pero desearía celeridad en varios aspectos atascados y un poco de mano izquierda en otros, básicamente uno, vaya; el de Raúl de Tomás. No se peguen más tiros al pie y hágannos felices. La pericada lo merece.