Tengo la inmensa suerte de formar parte del equipo fundacional de la Penya Runners Espanyol, una de las más activas de nuestro club, con cerca de 300 socios, que cada fin de semana muestran orgullosos los colores blanquiazules en Catalunya, el resto de España y el mundo entero. Y a nosotros, deportivamente hablando, esta crisis sanitaria nos afecta el doble. Como pericos y como runners.
El primer mazazo llegó con el aplazamiento de la Zurich Marató Barcelona, prevista precisamente para mañana. Teníamos preparado un punto de animación en el kilómetro 9’5, justo delante de la Universitat de Barcelona, donde se fundó el RCDE. Y, por supuesto, contábamos con una participación destacada. Entre nuestros maratonianos, Eloy Pérez, director de la Dani Jarque y exfutbolista con 159 partidos ligueros de blanquiazul. Pocos como él encarnan los valores pericos.
Desde hace algún tiempo formo parte del departamento de comunicación de RPM-MKTG, empresa que organiza, entre otras pruebas, la maratón barcelonesa. Cuando no tuvimos más remedio que aplazarla al 25 de octubre a causa del Covid-19, se me cayó el mundo encima. No podía dejar de pensar en esos esforzados maratonianos -especialmente en mis amigos pericos- que durante tanto tiempo han preparado la distancia de Filípides con mimo. Esas tiradas largas de fin de semana, esos madrugones entre semana para entrenar antes de ir al curro, esas visitas al fisio cuando duele todo, ese sacrificio por llevar una vida más o menos ordenada… El único consuelo que tuve es que ese aplazamiento me dejaría el domingo libre para ir a ver el Espanyol-Alavés, algo que tampoco será posible.
Me acuerdo ahora de aquella reunión que tuve con Víctor García (alma indiscutible de Runners Espanyol) en la sede de la Penya de Poblenou. Fue el germen de una idea loca que acabó convirtiéndose en la peña de todos los runners pericos. Y también a mis compañeros de junta: la ‘presi’ Silvia, Olga, Jordi, Joan, Carlos’s, Pere, David, Adrià’s, Dani’s, Oscar, Rafa, Sito, Toni… Y de nuestro flamante fichaje del ‘mercado de invierno’ Josep Díaz. Nuestro particular Raúl de Tomás. Si el delantero va casi a gol por partido, nuestro Pepe hace podio prácticamente en cada carrera. Solo la suspensión de pruebas ha podido cortar su racha triunfal.
De hecho nos íbamos a juntar en les Milles de Valldoreix el próximo 22 de marzo, pero también ha sido cancelada. Pepe iba a luchar por el triunfo absoluto, Aníbal (nuestro mejor joven valor) aspiraba a subir al cajón entre los más jóvenes y Fabián, entre los más veteranos. Pero la vida continúa y seguiremos sudando el escudo cuando termine esta pesadilla.
Y a los que también nos apasiona el triatlón, el castigo por el coronavirus acaba de empezar. Desde hoy mismo ya no puedo ir a nadar a las piscinas Picornell por el cierre de gimnasios. Y si Italia nos marca el camino, pronto no podremos salir a correr a la calle ni montar en bici. Pero antes de subirme por las paredes, me quedo con una frase. “Un perico nunca se rinde”, dijo nuestro capitán Javi López hace algunos meses. Un mensaje certero en este panorama apocalíptico. No surrender amigos pericos.
