El apelativo de ‘pesetero’ lo inventaron los futbolistas extranjeros cuando desembarcaron en el fútbol ibérico en los años 70. Cuando vinieron lo hicieron por pasta y cuando se fueron lo hicieron o por pasta o por morriña. Ahora, Joan Verdú dice que se fue del club, pero que no quiere quedar como un pesetero. Entonces me queda claro que no se fue por pasta, sino por el clima que hay en Sevilla. Igual es cuestión de pesetas.
Después del desplante de un tal Cobeño (¡hasta nunca, amigo!) en estos momentos suena que puede venir un portero mexicano de 32 años para que sea suplente… Qué quieres que te diga… Ya es casualidad que sea mexicano, como nuestro entrenador. No pasa nada; no pienso mal. Igual estoy realizando un planteamiento muy racista, pero para ser -en principio- el suplente de Kiko, ¿habrá que ir tan lejos a buscarlo cuando por bastantes menos y pasando por menos representantes alguno tendremos en la cantera que sea igual o algo mejor, no? Será cuestión de pesetas.
Llevo décadas escuchando por parte de portavoces del Consejo términos como “refinanciación, deuda, crédito sindicado, venta del estadio, alquiler del estadio, compra de estadio, crisis extrema…” y siempre estamos sin una puta peseta. Históricamente. Escucho el otro día a Morlanes y, pese a la catástrofe, el balance de la 12-13 es de medio millón de euros de… BENEFICIO. ¿Se lo damos al femenino bien vendido, en un gesto en el que el Consejo se colgaría medallas -además de coherente- o hacemos que este año las chicas viajen directamente en patinete? Creo que al Consejo el fútbol femenino se la pela. Manda la pela.
No es por nada, pero hace diez días los testigos de Jehová acudieron en asamblea a nuestro estadio a realizar una de sus citas habituales. Fueron más de 20.000 personas cada uno de los tres días, y el alquiler nos dejó más de 60.000 euros. En algunos partidos no llegamos a esa cifra. Mmmmm… se me pasan muchas cosas por la cabeza. ¿Pensó alguien en dejarles un cartelico en cada asiento donde se les explicara qué es el RCD Espanyol? Eso también es una religión. Divina. Y de pesetas.