El inicio de la competición está cada vez más cerca y el Espanyol, a la espera de cerrar el mercado de fichajes con una teórica inyección de calidad y bajas –muy– necesarias, ya ha mostrado sus primeras cartas respecto a su forma de jugar y plantear los partidos. Cuatro encuentros son suficientes para sacar algunas conclusiones e imaginarse cuál puede ser el modus operandi de Vicente Moreno y su cuerpo técnico con esta plantilla en el plazo más inmediato. Aunque la ventana estival siempre reserva sorpresas y cambios de guion inesperados, ya sea por nuevas entradas o bajas de última hora, parece que la incertidumbre que acompaña la situación actual podría desvanecerse con la aprobación del acuerdo entre el CVC y LaLiga. El club dispondría de un margen más amplio para gestionar el mercado.
El Espanyol presenta un buen once titular. Doce o trece jugadores que, a priori, permiten competir bien en Primera división, pero la necesidad de incorporar dos o tres piezas de nivel se antoja imprescindible por varios motivos. El principal, lógicamente, no es otro que la variedad de planteamientos y herramientas que podría disponer Vicente Moreno a la hora de preparar y dirigir los partidos, en función de las necesidades y retos de cada jornada. Adaptarse al contexto. El segundo, no menos importante, para cubrir las sanciones y lesiones que siempre se producen a lo largo de la temporada.
La sensación es que el Espanyol podría ser un equipo más reactivo que proactivo, sobre todo por las condiciones técnico-tácticas de su línea defensiva, especialmente los centrales, la exigencia de los rivales y por la presión alta que podrían ejercer si detectan como debilidad la salida de balón, una fase del juego que todavía presenta un amplio margen de mejora. En defensa, más de lo mismo: bloque medio, pues la presencia de RDT condiciona la posibilidad de ir a presionar más arriba, con el añadido que en Primera la calidad de algunos equipos llevará al Espanyol, casi con total probabilidad, a defender más cerca de su portería.
Los blanquiazules parten con cierta ventaja respecto a otros equipos de la competición. Así lo han manifestado los jugadores durante la pretemporada, y es que la continuidad es algo fundamental en cualquier proyecto, más en el mundo del fútbol, donde la palabras ‘tiempo’ y ‘paciencia’ brillan por su ausencia en muchos casos. Sin apenas cambios en la plantilla, el conocimiento entre técnicos y jugadores debe ser un factor diferencial en la lucha por los objetivos. Que se note.