Sé que hoy tenemos partido. Y que son tres puntos, y que no es nuestra liga, bla, bla, bla. Que en Madrid no hay que bajar los brazos porque nunca se sabe (de hecho empatamos hace tres temporadas) y que tan sólo hemos ganado 4 partidos de 92 y que la última vez fue hace 19 años con dos goles del gran Jordi Lardín. De acuerdo que no hay nada imposible, que escucharemos el cansino chiste (le llaman chiste y no hace ninguna gracia) de si somos el filial, etc… Pero nuestro gran objetivo es el Valencia. Martes, 20 horas, en casa. Vamos.
Igual la memoria me juegue una mala pasada, pero creo que será la primera gran prueba de fuego en el estadio de Cornellà-El Prat. Fïjate tú lo que se vivió en Sarrià, incluso en Montjuïc. En nuestro nuevo hogar hemos vivido algún derbi en Liga más intenso que otro, pero el martes nos espera una heroica.
Ciertamente, en CornePrat la Copa nos ha dado partidos desangelados que algunos hemos acabado vendiendo como heroicos, como aquella ‘remontada’ ante el Mirandés por 3-2… Snif: creo que fue el único día en el que me hicieron trempar Rui Fonte y Joan Verdú. En casa también entregamos y regalamos la vuelta de una eliminatoria ante el Atlético de Madrid, y otra ante sus vecinos blancos, y vencimos por 4-2 ante Alcorcón y Córdoba pasándolas más mal que bien. No ha habido motivación pues para una remontada de aquellas épicas. Insisto: toca el martes, familia.
Que no nos sea una excusa la hora: es perfecta. Ni son las seis, ni las diez de la noche; estimat Xavi Giménez: prepara la voz para que la megafonía sea estridente y épica, desde que salgan a calentar hasta el último minuto; amigos de la Curva, a quien felicito DE NUEVO por la iniciativa de ir a animar a los jugadores cuando llegue el bús al Estadio: os seguiremos en los gritos; futbolistas: pensad que para el club -y vosotros, para todos- este partido es muy importante, así que dejaos la piel; en fin…
Es verdad que por mucho que preparemos y le metamos ilusión a la eliminatoria puede que nos llevemos cuatro roscos, Es posible. Pero que no se diga que no se intentó.