Me encantaría poder estar escribiendo este artículo de opinión sobre muchos temas que tengo en el tintero: la fe perica, el esfuerzo de los jugadores, los errores de Abelardo… Ojalá estas líneas hubieran sido para analizar la victoria del Espanyol ante el Alavés, un triunfo que al equipo le hubiera venido como agua de mayo. Pero ante esta situación me es imposible hablar de fútbol. Pese a que, como afirma mi hoy compañero de página Cristian Bassas, parafraseando a Valdano, ‘el fútbol es la cosa más importante de las cosas menos importantes’, hoy y durante los próximos 15 días es momento de dejar el deporte a un lado -siempre mirándolo con el rabillo del ojo, eso sí- y centrarnos en lo que verdaderamente importa. Nosotros y nuestros familiares y amigos, nuestra sociedad, todos. Porque esto no va de colores; este maldito virus no entiende de eso.
Por ello, me siento en la obligación de escribirles, recordarles, que se queden en casa. Lo primero, por encima de todo, es la salud, y cualquiera que salga y tenga contacto con otra persona que tenga el virus será un nuevo canal de transmisión para los que estén con él y, lo más importante, para los suyos. Hagan caso a las autoridades y, por favor, quédense en casa. Volveremos a rugir en el RCDE Stadium más pronto que tarde, pero para ello necesitamos que sigan las indicaciones. Por el bien de todos.
La situación no es fácil, ya que estamos hablando de 15 días confinados en casa saliendo nada más que para comprar lo básico o pasear al perro. Denle la vuelta a la situación: ¿cuántas cosas tienen por hacer en casa que nunca tienen tiempo de realizar? Seguro que muchas. Para empezar, pasar más tiempo con la familia, que siempre viene bien. Y si tienen niños, entretenimiento seguro: tiren de imaginación para hacerles felices. Los más tecnológicos apuestan -he visto varios en Twitter ya- por el Football Manager o el FIFA 20, aunque la lectura -en mi caso, futbolera- siempre es un buen plan. Permítanme que les recomiende algunos libros: ‘Hombre de Fútbol’, de Arthur Hopcraft; ‘Hijos del Fútbol’ y ‘Quedará la ilusión’, de Galder Reguera -este último escrito a modo de misivas junto al perico Carlos Marañón, hijo de un mito del espanyolismo-; o cualquiera de los del exjugador formado en la cantera del club blanquiazul, Jacinto Elá (‘Fútbol B, lo que me habría gustado saber cuando era futbolista, y nadie me contó’ y ‘Ulises: diario de un futbolista pobre’). Y sin duda, todos los que tienen clave espanyolista: ‘Històries en blanc-i-blau’, ‘Una cuestión de fe’ (maravilla de Enric González), ‘Glòria als herois’… Tienen muchos donde elegir. ¡Ah! Y sigan la etiqueta #rcde en Twitter, muchas de las propuestas de los aficionados pericos les gustarán. Aprovechen estos días de reclusión.