San Diego López salvó al Espanyol de las trampas de Mendizorroza, ese feudo donde te dejan hacer (mientras no te pases) para asestarte el golpe al final. Lo evitó el portero en dos grandes reacciones cumplido el 90’ ante Borja Sainz y Rubén Duarte. Un punto bueno antes de la gran final europea ante el Zorya, pero que no tapa las dificultades del nuevo RCDE para dar con la configuración de Gallego. Baste decir que los mejores (un correcto Corchia, un estupendo Calero y un malicioso Vargas) fueron los últimos en llegar, mientras Darder y Melendo siguen perdidos y sin encontrar su momento. Todo un síntoma y hasta extraño con Óscar, siendo hijo futbolístico del míster.
Visto como un ensayo general para Ucrania, el duelo resultó un éxito, eso sí, porque se disputó siempre en el escenario del próximo jueves: en Sopor-iya, y permítanme la bromita para aliñar algo la crónica. El Espanyol controló el partido pero siempre muy plano y se contagió de la falta de riesgos del Alavés, casi a merced de un Aleix Vidal crecidito pero tan errático como en su paso por el Barça: muy lejos queda de Jony. La confusión de camisetas (ante equipos blanquizules solo debería valer la rosa, colegiados) aún lo hizo todo más cansino y la tarde pasó como personificada en Dídac: con tantas intenciones y voluntad como escaso acierto. El lateral notó la sobrecarga de partidos y empieza a ser vital el regreso de Pedrosa.
Entre lo positivo, que el Espanyol dominó tranquilo en zona defensiva, con un Calero líder a través del simple posicionamiento, y empezó a asociarse mejor que contra el Sevilla. Pero en ataque eso mismo le faltó al Espanyol, con los medios en exceso replegados y escasas posibilidades de enganchar arriba. Que no se pasara de un tirazo de Corchia escuece más, tras haber conseguido cargar con amarillas a los dos bregadores locales, los incombustibles Pina y Wakaso. Debió aprovecharse más la circunstancia, pero solo el ‘Monito’ tiene desborde ahora mismo. Tras los intentos estériles de Campuzano por conectarse a los demás, tampoco Wu Lei ni Ferreyra, reservados por Gallego, fueron más allá en el último cuarto de hora.
La construcción va lenta y sobrepasada de minutos y el perico debe ser paciente. Toca conquistar etapas: certificar la clasificación para la fase de grupos, ilusionarse con lo que salga del bombo y sumar ante el Granada el primer triunfo liguero. Pero primero, a hacer buenas las promesas del Este. El día D es el jueves (19h, TV3) y ahí el talento deberá volver a brillar para evitar situaciones indeseables. Go East, pericada!
