Ya tenemos aquí el primer fichaje del verano. Sergi Gómez, un central que debe aportar más seguridad a la zaga y que veremos el rol que ocupa dentro de la plantilla. Y, sobre todo, qué ocurrirá con David López con la llegada del zaguero, puesto que existen dos opciones: o bien que se decida no incorporar a nadie para la posición de ‘6’ y adelantar al de Sant Cugat a ese puesto -posición en la que ya le hemos visto jugar esta pretemporada- o seguir con la idea de fichar a un complemento para Keidi Bare, mantener al capitán como defensa y dar salida a un central.
Pero en este artículo de opinión no voy a hablar de ello, sino del pasado del nuevo fichaje perico. Sergi Gómez es canterano del Barça, algo que ha levantado ampollas en parte de la afición espanyolista. Entendible, al menos bajo mi punto de vista. Pero ¿cuántos jugadores criados en el otro club de la ciudad han acabado siendo ídolos para la parroquia perica y sintiéndose parte de este club?
El último caso y quizás más claro es el de Sergio García. El de Bon Pastor se formó en las categorías inferiores del Barça, llegó a debutar en el primer equipo y, viendo que no tenía sitio, hizo las maletas. Los seguidores del Espanyol no tardaron en cogerle manía, sobre todo a raíz de un tanto marcado en Montjuïc con la camiseta del Levante; el delantero celebró el gol delante de lo que por aquel entonces era la Curva Jove, en un acto de provocación. Quién nos iba a decir años después que acabaría siendo jugador del Espanyol, querido por una afición que anteriormente lo había llamado de todo y capitán del equipo. Del amor al odio hay un paso, pero esa fórmula también existe al revés. Sergio García, que se declara perico de corazón, es un ejemplo.
Pero no solo existe el caso de Sergio García. Históricamente muchos futbolistas con pasado azulgrana han acabado aterrizando en el Espanyol y muchos de ellos han acabado siendo pericos, o al menos disfrutando de su mejor fútbol como blanquiazules, siendo queridos como si fueran de la casa pese a su pasado. Joan Verdú e Iván de la Peña, dos de los grandes jugones de los últimos años, son otros ejemplos; se dejaron la piel por este escudo y triunfaron con la camiseta blanquiazul.
Sergi Gómez recaló en el Barça con 16 años procedente del CE Mataró. Llegó al filial azulgrana e incluso debutó con el primer equipo, pero como le ocurrió a Sergio García, tuvo que buscarse la vida lejos del club culé. Ojalá el central viva el mismo proceso que vivió el delantero. Sería la mejor noticia tanto para él como para el club. Aunque de momento sabe que en sus primeros días sus actuaciones serán vigiladas con lupa. Bienvenido, Sergi.
Por aquí ha pasado De la Peña, que fue un auténtico ídolo babaugrana.
Comprendo que se deban hacer artículos con una cierta frecuencia (imagino que por contrato), pero el pasado de Sergi Gómez como culé es meramente anécdotico. Francamente creo que nadie se ha planteado el pasado de Sergi Gómez.