Era un partido importante para romper los dos resultados negativos, y más concretamente el de Cornellà contra el Girona. Pero ya se vio desde un inicio que había que tener mucha paciencia para doblegar a un Getafe que hace muy bien las cosas en el terreno de juego y que dificulta mucho la labor del rival. Si además se adelanta en el marcador es todavía más complicado y no fue hasta el minuto 25 que el Espanyol dio señales de vida equilibrando el juego en el mediocampo aunque sin profundidad.
Pero al menos podía respirar más tranquilo tras la presión inicial del Getafe. Ya en la segunda parte, los errores individuales condenaron a los de Rubi, que en ningún momento encontraron el ritmo de juego ni tuvieron la posesión y andaban perdidos cuando se pusieron las cosas feas. Es verdad que al final se hubiese podido maquillar el resultado con algún gol, pero no se puede esconder el mal partido realizado y el mal momento que se está atravesando.
No queda otra que reaccionar a pesar del calendario que viene y tampoco se pueden buscar excusas sobre la ausencia de algunos jugadores que son titulares como Marc Roca y Sergio García, porque sabemos todos que a lo largo de una temporada todos los equipos pasan por situaciones similares. Ante esta circunstancia, Rubi optó por hacer jugar a Óscar Duarte de central adelantando a David López en la posición por delante de la defensa y a Piatti en banda izquierda. El rendimiento seguramente no fue el esperado viendo lo que hicieron en el terreno de juego.
Toca levantarse y eliminar al Cádiz de la Copa y después ya se pensará en el partido de Liga contra el Barcelona.
