Llegó el momento. Justo ese momento donde los futbolistas deben aplicar todo lo que han aprendido durante su carrera, especialmente a nivel mental. Llegó el momento donde no se puede fallar, donde tienes que ganar, sin más opciones, sin red y sin la más mínima opción al despiste o al error. Concentración, coraje, solidaridad y valor. Todos a una. Contarán con nuestro apoyo, el de una afición que no les va a dejar de lado, sin entrar a valorar cómo demonios hemos llegado hasta aquí. Simplemente vamos a ayudarles y solo eso.
Los dos próximos compromisos en Cornellá, tienen que ser victorias. Sin más.
Ya de nada valdrá hablar de la suerte, del árbitro, del VAR o de la calidad del rival. Ahora ya somos nosotros o ellos. Dos finales en las que no se debe contemplar, ni de reojo, cualquier otra posibilidad que no sea la victoria. De no ser así, el problema se multiplicaría a unas proporciones cada vez más cercanas a la catástrofe futbolística.
Habrá venido bien el parón. Ha sido el “tiempo muerto” que se usa en baloncesto para reorganizarse y coger un poco de aliento. Esperemos que haya servido para hacer un reset mental y asimilar los conceptos que quiere aplicar Machín.
Getafe y Osasuna. No hemos de mirar más adelante ni tampoco hacia atrás, ni en los jugadores que tienen que llegar o salir. Son dos finales, sin más y como tal, tenemos que afrontarlas. Sin miedo y con el ánimo y convencimiento de que vamos a salir adelante.