Todos estábamos ilusionados después del partido de la Europa League, donde se disputó una muy buena segunda parte y se logró un buen resultado. Restábamos a la espera del choque contra el Mallorca para saber y ver si el equipo continuaría con la misma puesta en escena que contra el CSKA Moscú. Pero rápidamente comprobamos en los primeros compases de la primera parte que no era el mismo equipo que el jueves y que de alguna manera se volvía a un juego lento, donde el balón circula a poca velocidad y en el que para llegar a portería contraria hace falta mucha mas convicción y movilidad.
El Mallorca necesitaba también una victoria para salir de los puestos de descenso y, como no podía ser de otra manera y van unas cuantas, se encajó un gol antes del descanso, dejando para la segunda el reto de intentar la remontada. A diferencia de otros partidos en que el equipo ha sido mejor, en Son Moix no fue el caso. Más bien, todo lo contrario. Aunque, por lo menos, hubo dos situaciones claras de gol, pero en un nuevo error defensivo Salva Sevilla remataba para sentenciar el partido con una segunda diana. Gallego queda en una situación difícil, tanto por los resultados en LaLiga, como por lo poco que ha mejorado el juego colectivo.