Aleix Vidal se convirtió la semana pasada en el tercer fichaje del RCD Espanyol para la temporada 2021-22. El futbolista, natural de Valls, rescindió su contrato con el Sevilla FC y ha estado parte del mercado pendiente de la situación de los blanquiazules para concretar su incorporación por dos temporadas más una opcional.
Como él mismo reconoció en la rueda de prensa de presentación, su rol principal será el de extremo derecho, aunque Vicente Moreno podrá aprovechar puntualmente su polivalencia, tanto de lateral, posición que ha ocupado habitualmente en el Sevilla FC, como de carrilero en un hipotético sistema de tres centrales. Su llegada, además, implica competencia –necesaria– para Embarba en una temporada donde lo más normal es que no pueda marcar las mismas diferencias que el curso anterior en LaLiga SmartBank.
Aleix Vidal es un jugador rápido y explosivo, tiene buena aceleración y ruptura al espacio. Maneja las dos piernas e incluso puede jugar a pie cambiado si fuera necesario. Se relaciona bien con el balón, técnicamente dotado, condiciones que le permiten combinar con facilidad y no ser únicamente un recurso al espacio y/o en carrera. Presenta un buen centro lateral, especialmente a ras de suelo, pues muchas de sus asistencias vienen por este tipo de envíos una vez llega a línea de fondo. Tiene también un buen pie a balón parado.
Por perfil puede encajar en la idea que persigue Vicente Moreno. Fútbol vertical, sobre todo por fuera, profundidad y ataque de espacios para así aprovechar el buen pie de los centrocampistas: Morlanes, Darder, Puado, Nico Melamed, Melendo e incluso la versión más mediocampista de Raúl de Tomás. Al jugar de extremo estará algo menos exigido en defensa, aunque las ayudas a su lateral serán muy importantes para evitar la progresión del rival por fuera. Puede ser un buen recurso desde el banquillo, un agitador en determinados contextos. Sea como fuere, deberá demostrar que puede ser diferencial como ya lo fue en su días, a pesar de la edad (1989) y su floja trayectoria en los últimos cinco años.