Creo que es la primera final que ganamos esta temporada, si es que podemos considerar el partido contra el Leganés como tal. Y ya saben que mientras haya vida, hay esperanza.
El Espanyol ha vivido esperanzado durante las últimas ocho jornadas, donde no ha conocido la derrota. Ganar, empatar o perder era un poco insignificante, sabiendo que había tiempo para seguir creyendo en el sueño europeo del míster.
Contra el Leganés no había margen. Ganar o ganar, pese a que solo dos victorias a domicilio precedían a este partido. El refrán dice que no hay dos sin tres y nuestros chicos salieron con la motivación de hacer lo imposible. Jugaron un partido con mucha seriedad y tuvieron cierta dosis de suerte. El primer gol del ‘Panda’ vino precedido de un gran control y lanzamiento de Wu Lei y antes de acabar la primera parte, el Leganés se quedó con uno menos. La ambición de la segunda parte nos dio el segundo gol y cerramos la tercera victoria de la temporada, dejando abiertas las opciones de cara al último partido.
Desde el día de la inauguración de Cornellà no se ha vivido un partido tan importante como el del próximo sábado. No sé si alcanzaremos el objetivo marcado por el míster, pero solo para agradecerles este final de temporada, ya deberíamos ir en masa al estadio y vivir una fiesta como las de antes. Después de años sin celebrar nada, estamos cerca de volver a hacerlo. Mientras tanto, llenar de color las gradas puede ser la antesala de un día histórico. ¿Te lo vas a perder?
