En el film ‘EL CIELO PUEDE ESPERAR’ el protagonista fallece en accidente y su alma es retirada de su cuerpo antes de certificar la muerte. Ese error provoca que se reencarne en diferentes personajes. Pues como en la película, el RCDE ofreció todas las versiones conocidas durante el encuentro y ninguna de ellas es la que nos lleva a la obtención del campeonato. Así, EL TÍTULO DEBE ESPERAR, hasta que lo certifiquemos en Alcorcón.
Diego empeora el promedio en su carrera por el Zamora con un gol que deja la sensación de que pudo hacer más.
Todo el año minusvalorando la aportación de Óscar Gil y el seleccionador sub-21 se lo lleva al Europeo. Quizá por esto, unos son profesionales y un servidor, un aficionado.
Otra vez Lluís por delante de otros centrales. El más fiable en la salida de balón y el central con más capacidad de mejora.
Agotaremos las reservas de Almax si Cabrera sigue sacando el cuero como hoy. Los ardores suben cuando la juega y bajan cuando despeja.
El yin y el yan, ese principio filosófico, podría ser el resumen de la temporada de nuestros laterales, donde el máximo exponente ha sido Pedrosa.
Con sutileza, alguien en el medio jugó como el hijo del cristalero: transparente. Fue David y la culpa va compartida con la insistencia de colocar al capitán en esa zona del campo.
A fogonazos vimos a Darder, obsesionado con la conducciones. Y es que por más atacantes que pongas, los centrocampistas buscan asociación de iguales. La roja habrá que estudiarla.
Apagado Melendo, que solo mostraba la espalda a la defensa rival. No le dejaban girarse y fue suficiente.
La semana trajo la buena noticia de la ampliación de capital. El partido trajo la vuelta de Embarba. Ambas importantes. Acabado el partido, sigo tratando de entender lo económico y lo que hizo el madrileño.
Sería fabuloso que todo el campo fuese orégano y que el ‘Monito’ siempre fuese el de El Toralín. No fue así y el argentino, con el marcador en contra, fue un cambio fácil. Sin ser el peor.
Dimata, con el peinado de la de Israel en Eurovision, cumplió con todo el trabajo oscuro y de ahí que estuviera muy poco en zonas de remate.
Ni al comentarista de televisión le dio tiempo a acabar la frase para definir a RDT. La primera para dentro, con ayuda de Serantes. No hubo segunda, salvo para jugarse la roja.
Melamed y Puado revolucionaron el inicio de la segunda parte, para acabar invadiéndose competencias con la entrada de RDT.
Keidi, el armazón de este equipo, bloqueó cualquier intención de los visitantes. Un imprescindible al que hay que subir al muro de Santo Domingo, desde el inicio, en la última fecha.
El gozo en un pozo. Nos quedamos con un palmo de narices al no recibir el título por no hacer los deberes. Tocará certificarlo en la última jornada, donde quizá los locales sigan jugándose la vida. Vamos, que nos despediremos de la categoría quizá sin hacer amigos. Esto continúa. Como aquellos dibujos animados que veía de pequeño y te avanzaban el siguiente capítulo diciendo: “no se vayan todavía, aún hay más”.