Si son amantes de la cocina, sabrán que la esferificación es la técnica que convierte en esferas cualquier tipo de alimento. Se simulan falsos caviares de producto a base de un goteo continuo; similar a los puntos que vamos perdiendo cada vez que invitamos a comer en Cornellà.
El poso del café es el último gol encajado por Álvaro con actuación de ‘ying y yang’.
Calero sufrió el mismo calvario que nos ha dado Tamara Falcó durante la semana.
De las asignaturas pendientes, tanto Sergi Gómez como Cabrera, salvaron las embestidas y por primera vez fueron un paredón.
La seguridad en banda izquierda la garantiza el furgón blindado de Brian Oliván.
Quizá en la cesión de Vini Souza hay comisión por cada robo, que lo descoloca en exceso.
Coinciden buenos momentos de partido en los que Edu Expósito genera fútbol, pero es demasiado ‘guadianesco’.
El impacto de cómo se desempeñe Darder, como síntoma de la escasa influencia del resto.
Cada vez que entregamos la “camiseta de los 100” se renueva la maldición y el agasajado falla. Esta vez, Puado.
Se vienen días sin Braitwaite, que ya sabe que lo que hizo, en nuestro equipo SÍ se sanciona.
Joselu suma cuatro, para asombro de los que pensaban en la sequía que se avecinaba.
Era necesario oír la voz de otros y Aleix Vidal dificultó a Gayá atacando pero no defendiendo, Keidi Bare se imbuyó del ambiente y creció, Melamed destiló sus esencias en quince minutos y a Simo y Pol Lozano les habría gustado cerrar un encuentro que se hizo largo como una boda gitana.
Nos quedamos con la miel en los labios. Siempre habrán errores en el juego, lo que se debe intentar es no provocarlos. El buen trabajo se esfumó por un gazapos individual en un juego de equipo. No se calienten
la cabeza: así es el futbolista en el fútbol, una parte del todo.